martes, 4 de setiembre de 2007

Entrevista a LUCHO ZÚÑIGA


No hace mucho Lucho Zúñiga publicó La escalera (El Santo Oficio, 2007), un poemario que en realidad es el origen de un ambicioso proyecto narrativo que constará de siete libros. La novela El Círculo Blum (Borrador editores, 2007) es sólo el inicio.

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

El círculo Blum es una pieza dentro de un proyecto mayor. ¿Cuál es la génesis de éste?
Una vez imaginé a un anciano pidiendo su último deseo a sus descendientes. Era un anciano que creía en el poder de la literatura con una fe religiosa. Luego lo vi teniendo un éxtasis místico y salió la pregunta. ¿Cómo un anciano que cree en la literatura como en una religión, podría explicar esa experiencia? Y allí vino un poema en forma de escalera y el último deseo de Karol Blum: que entre sus descendientes aparezcan siete escritores que compongan un libro inspirado en el poema.


La novela pone de alguna manera en tela de juicio la delgada línea que divide a la ficción de la realidad.
Es algo que salió del mismo Karol Blum, para quien un personaje literario es mucho más poderoso que un personaje de carne y hueso. Karol es un refugiado de la segunda guerra mundial, y escribe desde el encierro. Un contexto histórico lo rodea, pero él no quiere contar una experiencia personal, quiere armar un juego donde su propia literatura pueda acercarse a un “otro” que en primera instancia son sus propios descendientes, pero que en el fondo, son todos los lectores, y es allí donde su deseo de declararse “personaje imaginado” por voluntad propia, alcanza su máxima plenitud. Y es que Karol, desde su escondite en una fábrica alemana de conservas, en el año 1939, intuye que las posibilidades de comunicación entre los seres humanos, en un futuro, harían posible ese juego. Luego lees en el libro que la historia de Karol se cuenta desde una entrevista entre un editor y un representante del Círculo Blum, en pleno año 2007 y en Lima, tiempos de Internet y globalización donde la idea de una comunidad literaria es mucho más factible. Esa comunicación a través del tiempo y la distancia se permite por algunos parámetros que Karol escribió, relacionados a su último deseo.

Se reconocen en la novelas ciertos guiños o diálogos con la tradición. Con Chejov, por ejemplo.
Para mí los miembros del Círculo, son como integrantes de un gran taller de literatura, donde para entender mejor qué es lo que quiso decir Karol Blum con su último deseo y con su poema en forma de escalera, la gente se cuestiona los procesos de otros escritores y se plantea la vieja pregunta de ¿para qué escribir? o ¿para qué sirve la literatura? Y cuando aparecen estos guiños a Chejov o a Melville, tienen que ver con lo mucho que se admira en el Círculo a los escritores y sus historias, por su capacidad para revelar mundos interiores. Asi aparece la idea de un séptimo escritor con quien Karol trata de comunicarse en su último deseo y en el juego que este plantea.

¿Qué papel juega Nabokov en tu propuesta narrativa?
Es uno de los tantos guiños, se menciona en una línea del libro y en una forma muy lúdica. Luego me doy cuenta que hay una novela de Nabokov Pálido Fuego, donde el eje es también el poema de un personaje. Así que es una de tantas conexiones invisibles que aparecen y que no son para nada premeditadas.


Casi simultaneamente ha aparecido el poemario La escalera (El santo oficio, 2007). ¿Qué rol juega dentro del proyecto total?
La idea de ese poemario es que fue escrito por un personaje llamado Julio Canetti, un poeta que es descendiente de Karol Blum (no recuerdo si es un nieto o bisnieto, yo mismo me pierdo en la genealogía a veces). Antes de publicarlo no sabía como presentar en la tapa, que se trataba de un poemario escrito por un personaje, no sabía si mencionar al Círculo dentro del poemario, o si tenía que mencionar a Julio Canetti, el supuesto autor. Al final las únicas referencias se ponen en la contratapa del libro. Luego me doy cuenta que yo mismo soy parte del juego de Karol Blum y que todas estas dudas sobre como presentar la logia, son dudas que el mismo Karol podría anotar en su diario, como si hubiera escrito: “Alguien en el futuro nos presentará como personajes suyos y tendrá dudas sobre cómo hacerlo”.

¿Te sientes más cómodo en la poesía o en la narrativa, o es indistinto?
Alguien podría decir que La escalera es mi primer poemario. Para mí es un poemario escrito por Julio Canetti, miembro del Círculo Blum, que recibió la tarea de escribir 42 poemas inspirados en los 42 versos del poema en forma de escalera, escrito por Karol Blum.


*Fotografía de PÁVEL UGAZ.
**Versión completa. La versión editada apareció el 04/09/07 en el diario Correo.

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