lunes, 14 de julio de 2008

Entrevista a CARLOS GERMÁN BELLI


Carlos Germán Belli es, sin duda, el poeta vivo más importante que tenemos. El reconocimiento en el exterior de su obra poética es innegable: no hace mucho obtuvo el Premio Pablo Neruda de Poesía y su más reciente poemario El alternado paso de los hados apareció en España en una bonita edición de la editorial Pre-textos. Hace algunos años conversé con él a propósito de la publicación de El imán (PUCP-Serie Ficciones), un libro que reunía sus crónicas de viaje. Ahora la charla gira en torno a su producción poética, nuevamente en la hospitalidad de su morada sanisidrina.

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

En su poesía se percibe la importancia de dos autores: Góngora y Petrarca. ¿En qué sentido lo han influenciado?
En el caso de Petrarca yo creo que la forma de sus canciones. Y eso me ha servido como un estímulo para escribir, imitándole solamente la forma. Y en el caso de Góngora, su estilo barroco, igualmente me ha estimulado. Ahora, en esa línea barroca de nuestra lengua, he leído con más ahínco a un poeta sevillano del siglo XVI que es Francisco de Medrano, un poeta de estilo manierista y de obra muy breve. Lo he leído con más detenimiento y recuerdo que copiaba sus poemas a mano, tratando de imitar en ese momento el léxico, algunas palabras o el hipérbaton. Siempre lo tengo presente y algún día quisiera hacerle un homenaje poético.

¿Y en el caso del surrealismo?
Esa etapa en que estuve interesado por el surrealismo me marcó. En general estaba interesado por la vanguardia. A estas alturas de mi vida no reniego de mi etapa juvenil. Agradezco al destino literario haberme interesado en las vanguardias, en el surrealismo. Porque si no hubiese sido por las vanguardias, por mi afición a la poesía, a la pintura vanguardistas, hoy día sería un poeta decimonónico. Ahora, qué me deja el surrealismo, qué me dejan las vanguardias: el humor negro, la vena erótica. De estas vocaciones que usted me ha señalado: Góngora, Petrarca, hay otro gran estímulo literario que es Darío, él ha sido para mí el punto inicial de todo. Comencé a escribir poesía leyendo a Darío, leyendo Azul o Prosas profanas.

Hay dos ejes temáticos recurrentes en su poesía: el amor y la familia…
El amor a Eva, desde siempre. Desde mis primeros poemas ha estado el tema amatorio. Y el tema del amor familiar. A mí me ha marcado la realidad dolorosa de haber tenido un hermano que nació discapacitado. En mis poemas de amor filiar cubro casi todo el universo familiar. Quiero escribir sobre mis tíos y me falta algún poema dedicado a mi abuela paterna.

Usted define la poesía como una catarsis…
La experiencia estética me sirve para expulsar ideas fijas, mis experiencias dolorosas. Tiene un sentido catártico. Pero además de eso, a la literatura la asumo también como una disciplina, como un desafío estilístico.

Usted trabajó durante varios años en el Senado, ¿cómo hizo para salvarse y no convertirse en un político?
Debe ser mi carácter el que me ha salvado, mi temor a hablar. Ahora estoy hablando con más soltura, pero antes era muy parco.

Entre los poetas de la generación del 50 a quiénes conocido de joven…
Algunos los conocí en la universidad, como a Romualdo, pues ambos ingresamos a San Marcos el mismo año. A Bendezú lo veía de lejos. A Sologuren no lo conocí en la universidad porque era un poco mayor que yo, además después viajó a México y luego a Suecia. Y cuando retornó se instaló en Chaclacayo y ya era escritor, profesor y editor. Y tuve la osadía de ir en su busca con los manuscritos de mi segundo poemario Dentro y fuera. Y luego me publicó dos o tres poemarios más bajo el sello de La rama florida.

¿A qué se debe que haya sido una generación tan importante?
Habría que preguntarle a los estudiosos de la generación del 50, como Miguel Gutiérrez o José Antonio Bravo. Bueno, yo creo que se debe a la diversidad de voces. Además, me parece que en general es una época propicia para el florecimiento literario, porque la generación hispanoamericana de mitad de siglo es también notoria.

*Entrevista publicada el domingo 13/07/08 en Correo.

1 comentario:

- Berenjena - dijo...

Hace poco conocí a este poeta, fui a su casa más temprano de la hora pactada... la entrevista era para hablar de José Ruíz Rosas, otro poeta...

Carlos Germán es de esos pocos de la generación del 50 que aún están entre nosotros.