domingo, 27 de junio de 2010

BLOC DE NOTAS (de Carlos Calderón Fajardo)

Premio Nobel portugués José Saramago (Foto: Internet)

José Saramago: El largo viaje de un elefante
Escribe CARLOS CALDERÓN FAJARDO

Obra y vida en Saramago equivalen al viaje de un fascinante paquidermo. En el último de sus libros El viaje del elefante (2009) narra las tribulaciones de un viejo elefante en exhibición que se desplaza de Lisboa a Viena. Leerlo nos produce la sensación que Saramago nos cuenta metafóricamente su autobiografía, una novela sobre una Europa en crisis de civilización y escrita por un europeo perturbador. Se sintió íbero más que portugués, diría de la Iberia progresista y de izquierda. 

Escribió 30 libros. Lo más importante de su obra creada luego de los 60 años por un escribiente que decidió no rendirse, con una creatividad que la edad no menguó. El largo viaje empieza con la extraordinaria novela histórica Memorial del convento (1982). En El evangelio según Jesucristo (1992) El novelista nos pinta un Cristo en su virginidad, a María Magdalena utilizada por Dios para extender su dominio sobre el mundo. Saramago es un elefante ateo, irreverente. Esta novela polémica lo saca de Portugal. Afinca en Lanzarote, Canarias. Anti-religiosa es Cain (2909), humorística versión del asesinato de Abel. Este mamut irreverente señala que la Biblia es un “manual de malas costumbres”. Crítico de la dictadura de Salazar en Portugal, del presidente italiano Berlusconi, y de la política israelí en territorios palestinos ocupados. Anciano Quijote rojo, parecía decirnos que la vida sin rebeldía es un desierto. Su novela Ensayo sobre la ceguera. (1995) de 500 páginas, es relato frenético, apocalíptico surrealista. Alguien se queda ciego ante un semáforo en rojo. En una epidemia de “ceguera blanca”, todos los habitantes de una ciudad enceguecen. Saramago, es de los narradores hispanos el más próximo a la filosofía. En su novela La Caverna (1988) recrea magistralmente el mito de la caverna de Platón.; los diálogos son excelentes y Cipriano un personaje inolvidable. ¿Qué recomienda leer Saramago? El año de la muerte de Ricardo Reis. “Es de mis libros el que más me gusta, libro sobre la soledad en un tiempo triste”.

El viaje del elefante escrita a los 85 años es una novela río sin puntuación. Saramago, iconoclasta lusitano, escritor incomprendido por muchos, caminó pleno de humor, parodia, rebelión y sabiduría hasta llegar al cementerio de los elefantes donde la pluma reposa y calla, por fin en paz. Dios lo juzgará. Nosotros perdonamos al escritor. Fue probablemente al más humano de los mastodontes.

*Artículo publicado en Caretas.

sábado, 26 de junio de 2010

Entrevista a JULIO CÉSAR VEGA

Julio César Vega en Café miraflorino (Foto: CMS)

Cuando apareció el conjunto de relatos Cuatrogatos, uno podía advertir que se trataba de un autor dueño de un universo narrativa bastante particular. Tras ocho años de silencio editorial, Julio César Vega regresa con Adiós, Guernica (Casatomada, 2010) una estupenda novela de evidentes resonancias simbólicas.

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR 

Luego de ocho años de la aparición de Cuatrogatos se publica Adiós, Guernica. Sin embargo, esta novela la vienes trabajando desde hace mucho.
Es una novela cuya estructura ya estaba desde la época de Cuatrogatos. La historia de estos dos personajes, de estas dos pobres almas, ya la tenía en los años juveniles, por así decirlo. En estos ocho años se ha ido construyendo de a pocos. A partir de ese año 2002 comencé a darle la estructura final, a alimentarla y a investigar más cosas respecto a la misma historia que está en un contexto de guerra. Y está alimentada con poetas que vivieron en contextos de guerra, como Walt Whitman, Apollinaire, Ungaretti, Alberti. Fueron los que le dieron los trazos finales. 

Si bien no puede decirse que la novela transcurra en Guernica, sí hay una referencia simbólica a esa ciudad. E, incluso, al famoso cuadro de Picasso.
En la novela, además de narrar esta historia de amor, de guerra, de liberación, de sentimientos encontrados, de personajes sumidos en los acontecimientos que van más allá de sus propias voluntades, los personajes me pedían un nivel simbólico de todos estos acontecimientos. Entonces, ya era de por sí una historia que quería ser en el fondo una apuesta política. Entonces, el simbolismo de Guernica, de la ciudad bombardeada fue adquiriendo mayor fuerza en toda la novela. Sin embargo, es como tú dices, una referencia simbólica, no es el telón de fondo de la novela. Es el simbolismo del cual me presto. Y la otra parte es el simbolismo que adquiere a través de observar y tratar de alimentarme del tono emotivo del cuadro de Picasso: esa confrontación del dolor, esas identidades perdidas, flotando dentro del cuadro de Picasso fue lo que también me alimentó para construir la novela.

La novela transcurre en dos niveles narrativos: uno real y el otro, digamos, onírico. Una especie de refugio para el joven protagonista.
Sí, cuando nació la estructura, la novela me pedía que esos dos personajes trataran de ubicarse en estos dos planos. En un plano real y un segundo plano que podría ser un plano onírico. Los personajes como los seres humanos en general necesitan un nivel de escapatoria, un refugio interior o un refugio exterior. Pero está también la otra posibilidad: de que el sitio en donde escapas, es decir, tu sueño, puede ser la pesadilla de otro.

Como sucede con el personaje de la chica llamada Tristeza…
Claro, porque es allí donde se vincula el personaje principal con el otro personaje que está al otro lado del espejo. Y que es Tristeza. Y hay una especie de vinculación, de canales, de puentes entre los dos mundos, que van a configurar toda la estructura narrativa. 

El padre resulta siendo un personaje importante. Sobre todo por las cartas que le dirige al hijo.
El personaje del padre es clave. Porque él viene a ser algo así como una voz de reflexión frente a los grandes conflictos que pueden surgir en la mente de los personajes. Porque además, como tú sabes, está narrado en primera persona. Entonces, cómo poderle dar una voz de reflexión mayor. Y es a través de este mundo paralelo en el cual el personaje del padre asume la voz no sólo de un poeta, como lo es él, en las cartas, sino que esa voz es la voz por la cual se pueden comunicar Walt Whitman, Rafael Alberti o todos los demás poetas que de alguna manera vivieron dentro de un conflicto, que estuvieron en medio del horror. Y la voz que estos poetas asumen a través de la voz del padre es una voz de reflexión muy profundo de lo que significa el conflicto de los hombres. 

Una de las características de este libro (que también se podía ver en el anterior) es el tono lírico. Pienso, por ejemplo, en la escena de la traición, en la que el protagonista empujado por el miedo se vuelve un delator.
El tono de la novela es lo que más me costó, porque allí hay mucho trabajo que pulir. Fueron casi ocho años de pulirla, de cambiar una palabra, de intentar darle ese tono, ese ritmo. Encontrar la voz del personaje. Y esa tenía que ser una voz lírica. En la escena que mencionas el personaje es ganado por el propio acontecimiento. Y le gana el miedo. Entonces, cómo narrar esa traición a tus propios congéneres. Y era comunicarlo a través de un yo interior que pudiera traslucir esa especie de dolor. Y ese dolor no es nada grato, es un dolor a través del miedo que se apodera de él.

martes, 22 de junio de 2010

MESA DE NOCHE (libros)

Maritza Villavicencio
Chaska
(Editorial Norma)

La historiadora y museógrafa Maritza Villavicencio ha publico Chaska (Norma, 2010), una novela protagonizada por una joven princesa del valle de Pachacamac. La trama nos muestra los avatares por los que pasará Chaska en la búsqueda por restaurar el orden cósmico, quebrado con la irrupción de los españoles. 



Enrique León
Parte uno, parte dos, parte sin parte
(estanoesunaputaeditorial)

“Porque ante la gente soy uno/ y a solas/ arrinconado/ solo un poco de eso/ de silencio”. Así empieza el poema que inicia el libro Parte uno, parte dos, parte sin parte (estanoesunaputaeditorial, 2010) del poeta Enrique León. Se trata de un afiatado e intenso poemario que merece leerse con atención. Lo recomiendo.



Mariella Di-Laura
Abismo
(Santo oficio)

Para quienes hayan podido leer Fiebre, este nuevo poemario Abismo (Santo oficio, 2010) es la confirmación de las dotes líricas de Mariella Di-Laura y su interesante tendencia a la consición. En esta ocasión, los versos breves de Di-Laura exploran, como lo señala Carmen Ollé, la noche, “para celebrarla o decantarla a través de la ironía”.

lunes, 21 de junio de 2010

CARLOS MONSIVÁIS (1938-2010)

Carlos Monsiváis (Foto: INternet)

El sábado pasado, al revisar el Facebok –durante un intermedio de mi clase de Redacción en ISIL– me enteré, vía Edmundo Paz Soldán de la muerte del escritor y periodista mexicano Carlos Monsiváis. Hace algunos años tuve la suerte de conocerlo personalmente y de charlar con él algunos minutos, en el Hotel Sonesta (San Isidro), cuando vino a Lima invitado a nuestra Feria Internacional del Libro. 

Amigos mexicanos de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara me enviaron un comunicado que comparto con ustedes, amables lectores de este blog.

COMUNICADO / FIL GUADALAJARA

Guadalajara, Jalisco a 19 de junio de 2010

FIL Guadalajara lamenta la muerte de Carlos Monsiváis

El crítico, escritor y ensayista, fallecido hoy a las 87 años, fue “una de las voces más críticas y valientes de nuestro país” y “uno de los amigos más fieles de la Feria”, comenta Nubia Macías

“Carlos Monsiváis ha sabido combinar, con maestría y calidad literaria excepcional, el rigor crítico con la lucidez de una mirada capaz de ver e interpretar, en cada elemento de la realidad que registra, seña y signo de las complejas negociaciones y opciones que delinean y configuran la realidad humana, política y cultural de nuestro tiempo”. Con estas palabras, un jurado decidió otorgarle al escritor, crítico cultural y ensayista el Premio FIL de Literatura en 2006. Y es, precisamente, la lucidez de una obra amplia y diversa la que Monsiváis, fallecido hoy a los 72 años, deja a sus lectores.

Raúl Padilla López, presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, señala que “con Carlos Monsiváis perdemos a una de las voces más constantes y sólidas del pensamiento contemporáneo y a un férreo animador de la cultura mexicana. Sin lugar a dudas, sus obras son un referente para entender al México de hoy y su lamentable fallecimiento nos llena de tristeza. Monsiváis nos deja una obra deslumbrante, no carente de humor e ironía, y el recuerdo de la amistad que siempre tuvo para con todos los que trabajamos en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara”.

Nacido en la ciudad de México en 1938, Monsiváis fue autor de, entre muchos otros títulos, Días de guardar, Amor perdido, Nuevos catecismos para indios remisos, Escenas de pudor y liviandad y Aires de familia. Cultura y sociedad en América Latina. En 2006, el jurado que le otorgó el Premio FIL de Literatura —integrado por Julio Ortega, Sergio Pito, Beatriz Pastor, Cecilia García Huidobro, Jorge Urrutia, Seymour Menton, José Luis Martínez y Gonzalo Velorio— destacó el lenguaje distintivo con el que Monsiváis representó “la riqueza de la cultura popular, el espectáculo de la modernización urbana, los códigos del poder y de las mentalidades”. 

Además de participar en numerosas presentaciones de libros y mesas de diálogo, Carlos Monsiváis recibió dos de los galardones más importantes de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara: el Premio FIL de Literatura, en 2006, y el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, en 1993. Defensor de los libros y los lectores, Carlos Monsiváis dijo, en una de sus últimas visitas a Guadalajara, que “la supremacía de la imagen no es el peor enemigo” de la lectura, “sino el empobrecimiento de la educación en nuestro país”.

Nubia Macías, directora general de la FIL Guadalajara, indica que “Carlos Monsiváis fue uno de los amigos más fieles de la Feria. Lo recordamos caminando en los pasillos de la FIL, con una bolsa repleta de libros recién comprados, o deteniéndose para charlar y saludar no sólo a otros colegas escritores, sino a los jóvenes que, constantemente, lo buscaban para hablar, fotografiarse con él o pedirle un autógrafo. Monsiváis fue una de las voces más críticas y valientes de nuestro país. Su obra es fascinante e inclasificable y entre el humor que destilan algunos de sus libros encontraremos siempre su convicción de que la cultura es un motor de cambio social. Lo vamos a extrañar”.

martes, 15 de junio de 2010

Entrevista a JOSÉ ANTONIO GALLOSO

José Antonio Galloso en su casa de Surco (Foto: CMS)

José Antonio Galloso acaba de presentar Lima Mala (Alfaguara, 2010), un afiatado conjunto de cuentos que tienen a nuestra urbe como inquietante protagonista. Aprovechando su breve estadía en el Perú (radica desde hace años en California, EEUU), charlamos con el autor sobre este nuevo trabajo creativo.

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

En Lima mala, al igual que en Adiós al barrio, tu libro anterior, abordas lo urbano. ¿Oswaldo Reynoso sería un referente? 
Definitivamente Oswaldo Reynoso es fundamental. Cuando yo leí Los inocentes, estamos hablando de años atrás, me marcó; encontré algo en su escritura que no había encontrado en otros escritores urbanos que hablan de la urbe: Ribeyro, Vargas Llosa. Me gustó esa mezcla de lenguaje de barrio con poesía. Eso fue algo que me marcó. Después, claro, hay otros escritores que me marcan: el Bryce de Huerto cerrado, aunque es otra Lima. Cuentos como “El descubrimiento de América” o “Con Jimmy en Paracas” creo que afectan mi escritura de alguna manera. O Ribeyro, también, el de Los gallinazos sin plumas.

Tanto en este libro como en el anterior es Lima el escenario…
Lima como espacio narrativo, yo creo que parte de mi proceso afectivo. Yo viví en La victoria. Pero también me mudé a este barrio (Surco), cuando tenía 14 años. Viví dos realidades diferentes. Por otro lado, mi familia tenía casa en Punta Negra, como Carlos Calderón Fajardo, y los veranos los pasaba allá. Y era otro yo el que estaba allá. Mi mamá era profesora del Estado y enseñaba en un colegio al lado del Hipólito Unanue. Y yo la acompañaba. Entonces, tuve la suerte de tener una infancia y una adolescencia siendo múltiples José Antonios y diferentes realidades. Y eso marcó fuerte.

Resides fuera del Perú desde hace tiempo. Suelen decir que la distancia te otorga una mirada particular. ¿En qué medida influye esto en tu escritura? 
Yo estoy de acuerdo. Yo creo que irme fuera de Lima enriqueció mi proceso creativo. La distancia es enriquecedora porque lo único que tienes contigo en ese nuevo espacio es lo que has vivido, la carga de recuerdos, la memoria. Y creo que eso juega a favor, es una escritura hasta cierto punto nostálgica. Eso es algo que conversaba con Rocío Gold. Ella me decía: leo tus cuentos y siento algo nostálgico. Pero lo que más me dio la distancia es tiempo para escribir. En Lima uno se ve atrapado en la vorágine de la vida social, y uno tiene que trabajar mucho para vivir. Allá en California lo que tengo es pocas horas de trabajo y mucho tiempo de escritura. 

¿Cómo se gesta este libro?
En realidad yo empecé a escribir estos cuentos antes de publicar Adiós al barrio. Incluso, antes de publicar El mal viaje, que es la novela anterior. Empecé a escribirlos entre proyectos grandes. Incluso El mal viaje era un cuento de esta colección que exigió más espacio y se convirtió en la novela. Pero siempre cuando decidí armar el libro tenía la intención de tratar de hacer un conjunto unitario. Los escribí a lo largo del tiempo, pero a la hora de organizarlos opté por los que me permitían formar un conjunto coherente. Tratar Lima es cada vez más difícil, Lima es una ciudad compleja. Y el formato del cuento me permite tratar de abarcar estas diferentes realidades de Lima.

Ahora que mencionabas aquello de la mezcla del lenguaje de barrio con la poesía en la obra de Reynoso, me vino a la mente varios pasajes en tu libro en donde se percibe un aliento lírico… 
Mira, quizás uno de los puntos al escribir es eso: tratar un poco de tocar un poco el lenguaje como poético sin ser complicado, sin ser barroco. Por ejemplo, una influencia en mi narrativa es Washington Delgado. Esa poesía que es simple y honda. Cuando corrijo mis libros siempre la última corrección la leo en voz alta, para advertir la cadencia…

Hoy: lectura dramática del VIII Taller de Dramaturgia de MARIANA DE ALTHAUS

Mariana de Althaus (Foto: Caretas)

Hoy se llevará a cabo la Lectura Dramática del
VIII Taller de Dramaturgia de Mariana de Althaus
En esta ocasión presentamos los siguientes textos breves:
BIPOLAR, de Luis Cornejo.
LA CHICA Y EL CIEGO, de Richard Bringas
JOEL, de Mary Caremen Rojas
PLAYA O DESIERTO, de Ivón Schmitt
CITA DE ANIVERSARIO, de Denisse Sotomayor
EL BOMBERO, de Pamela Loaiza
EXTRAVIADA, de Andy Amable
EL VIAJE DEL PINGÜINO, de Patricia Portocarrero

La cita es este martes 15 de junio a las 7 de la noche, en el Auditorio de Lenguas Extranjeras de la Universidad Ricardo Palma.
Dirección: Avenida Benavides 5440 - Santiago de Surco
INGRESO LIBRE

DANY SALVATIERRA presenta hoy "Terapia de grupo"


La editorial Estruendomudo presenta esta noche el libro de cuentos
Terapia de grupo de Dany Salvatierra.
La cita es a las 7:00 pm, en el Centro Cultural La Noche
(Av. Bolognesi 307, Barranco).
Los comentarios estarán a cargo de
Luis Hernan Castañeda, Rossana Díaz y Mariano Olivera.

lunes, 14 de junio de 2010

Nueva respuesta de RODOLFO HINOSTROZA a Gregorio Martínez

LA NECIA DIFAMACIÓN DE GREGORIO MARTÍNEZ
Escribe RODOLFO HINOSTROZA 

Gregorio Martínez insiste en difamarme, y ahora inventa nuevos argumentos a su favor, como si él hubiera estado en Cuba, en la guerrilla, en el ajo. Pero como probablemente se encontraba ejerciendo de guerrillero de café, con su grupito de acomplejados provincianos, no tuvo tiempo de mostrarnos lo valiente que era “con los fierros”, y ahora, medio siglo más tarde, pretende asestarnos lecciones de coraje desde su confortable residencia en los Estados Unidos. 

Martínez desde luego que no es nadie para pedirme cuentas de mis actos, y ni siquiera estuvo en Cuba en aquellos momentos, pero por respeto a la verdad histórica, voy a contar los hechos tal como me tocó vivirlos, y no como ese individuo –porque señor no es- se imagina que fueron, apoyándose en medias verdades, mentiras plenas, consignas políticas que buscan descalificar al adversario, y toda la parafernalia del difamador avezado, que la tiene bien aceitada…

A fines de julio de 1961 yo me fui, por mi propia voluntad, y con mi propia plata, a Cuba, fascinado por el ideal revolucionario, y con intenciones de quedarme a estudiar en la Isla. Me acompañaron “Chacho” Martínez y Jorge “Coco” Salazar. Cuando llegamos a La Habana, providencialmente llegó una delegación peruana presidida por Alfonso Barrantes, que era amigo de mi familia, e hizo que nos incorporaran a ella. Al mes nos informaron que se nos vencía la visa, y que teníamos que regresar al Perú. Pero yo tenía 19 impetuosos años, y no podía aceptarlo. De modo que pedí una cita con la legendaria Haydee Santa María, directora de la “Casa de las Américas”, que ella, inopinadamente, me concedió. 

Era una hermosa y opulenta rubia en la cuarentena, muy maternal, y debí caerle en gracia porque después de escucharme, me dijo que la revolución necesitaba de jóvenes idealistas como yo etc. etc. y se estaba implementando un Plan de Becas Universitarias para toda la América Latina, con el magisterio nada menos que de Jean-Paul Sartre, y Waldo Frank, entre otras celebridades. Luego me propuso que yo lleve el Plan de Becas al Perú, y regrese a Cuba con los demás becados. Acepté, entusiasmado, y quedamos en vernos el miércoles allí mismo, porque ella residía en Varadero a causa de la aguda asma que la aquejaba. El miércoles estaba hospitalizada por un ataque de asma, y no pudo concurrir a la cita. Y el viernes ya tenía que irme. 

El único peruano que yo conocía en Cuba era el humorista Luis Felipe Angell, “Sofocleto”, y tuve la enorme imprudencia de confiarme a él sin conocer su verdadera catadura moral. Le conté pues el asunto de las becas, y le pedí que hiciera el seguimiento, porque yo quería estudiar literatura inglesa en la Universidad de la Habana. Lo que yo no podía saber era que Sofocleto, que estaba en Cuba de hueleguisos, iba a desviar el Plan de Becas, para vendernos, como un paquete de carne de cañón, a los militares cubanos . Y a los 3 meses Sofo se apareció por Lima, trayendo el “plan de becas” ya trafeado. Lo primero que me dijo fue: “Tú ya tienes tu beca, y con saludos de Haydee Santa María!”

Partimos pues los 74 becarios a Cuba en 1962, y cuando nos dimos cuenta de que todo había sido una gran mentira para embarcarnos en un loco proyecto guerrillero, era demasiado tarde. Si bien al principio se nos dijo que “éramos libres de escoger los estudios o las guerrillas”, una vez que escogimos se exaltó a los guerrilleros como héroes, y se nos escarneció a los estudiantes como cobardes y traidores, en una tenaz difamación, que allí nació y se ha arrastrado, como una víbora, durante 50 años. Y además nuestra vida fue un infierno durante los casi dos años que yo estuve en Cuba, porque no nos permitieron regresar al Perú bajo pretexto de que “sabíamos demasiado”. Estábamos, en la práctica, secuestrados por el gobierno cubano, y no teníamos ni siquiera embajada. En esas circunstancias escribí “Consejero del Lobo”.

Aclaro a Martínez, para su información, que de los 70 estudiantes hombres que fuimos a la Habana, poco menos de la mitad escogió las guerrillas, y se distribuyeron así: unos 20 para el ELN, y unos 10 para el MIR, y el resto eligió los estudios, o sea que fuimos 40 los que jamás tuvimos entrenamiento, ni fundamos el ELN, ni fuimos guerrilleros, entre ellos Mario Razzeto, que es citado nominalmente por Martínez como fundador del ELN. Y obviamente los 40 estudiantes, no “abandonaron cobardemente a sus compañeros del ELN” cuando se fueron al monte. Esa es una ridícula difamación de los castristas, que Gregorio Martínez, en su pretenciosa ignorancia, recoge como cierta, y tendrá que sostener ante la justicia de mi país. Aún hay muchos testigos de lo que aquí asevero, a quienes oportunamente se les pedirá su testimonio dentro de la denuncia por Difamación Agravada que estoy presentando al Poder Judicial contra Gregorio Martínez. Es muy fácil tirar la piedra y esconder la mano, como suelen hacerlo los cobardes. Que Martínez, que alardea de hombría y de conductas éticas, responda entonces a la justicia, como un verdadero hombrecito. 

Todo este desagradable asunto se ha suscitado por un artículo mío sobre Javier Heraud, donde tomé posición en contra de la guerrilla que se quería formar. Pero si bien se mira, los hechos me han dado la razón: el ELN fue derrotado y diezmado, ninguna revolución “foquista” en América Latina triunfó, todas fueron derrotadas y algunas aniquiladas, y hoy Cuba, gracias a la feroz y vitalicia dictadura de los hermanos Castro, ha pasado, en el lapso de medio siglo, a ser un país tan pobre e inviable como Haití. Si Javier Heraud hubiera creído en mis sólidos argumentos y no en aquellos endebles y oportunistas de los castristas, no hubiera muerto inútilmente. Aún estaría vivo, y sería, a no dudarlo, un gran poeta y seguramente, un gran cineasta. Pero no un héroe, claro está. 

Lima, 13.06.2010

BLOC DE NOTAS (de Carlos Calderòn Fajardo)


Hans Magnus Enzensberger (Foto: Internet)

Hans Magnus Enzensberger: el héroe silencioso
Escribe CARLOS CALDERÒN FAJARDO

Hans Magnus Enzensberger (1929) forma parte de un conjunto de intelectuales que después del Holocausto, participaron como héroes silenciosos en el esfuerzo de lograr que su país sea readmitido como una gran nación civilizada. Los líderes políticos e intelectuales alemanes se dieron rápidamente cuenta que se precisaba de una transformación, infinitamente trabajosa de su mentalidad. Dice el filósofo Jürgen Habermas en un artículo publicado en El País (23/05/2010): “Hoy las élites alemanas, al final de un largo camino hacia occidente, han adquirido su certificado de madurez democrática y han vuelto ser como los demás”.

En este largo y trabajoso camino, la literatura jugó un gran papel: Böll, Grass, Walser, Sebald, Bernhard, Handke, Ingeborg Bachman fueron, entre otros muchos, figuras importantes de este renacimiento. En la literatura alemana de post-guerra destaca la obra de Erzensberger, intelectual multifacético, poeta cuya lírica depurada le han merecido reconocimiento mundial, es, a la vez, un gran narrador, periodista, traductor y dramaturgo. Premio Büchner en 1963, el Premio de mayor prestigio que se concede en Alemania, su obra narrativa es amplia desde “Breve verano de la anarquía: vida y muerte de B. Durruti” (1972) hasta “Diálogos entre inmortales, muertos y vivos” (2001). En su último libro “Hammerstein oder der Eigensinn” (Suhrkamp,2008) “Hammerstein, o la intransigencia”, Erzensberger parte de una idea que es recurrente en su obra: la mutación contemporánea de la figura del héroe. De la concepción de que un héroe es un gran hombre, -Alejandro, Napoleón, después de Hitler y Stalin, la idea del héroe, tradicional, se desdibuja. “La Eroica” Beethoven la dedica a Napoleón, luego, cuando el héroe se convierte en un conquistador, el compositor le retira la dedicatoria. El conquistador se hace sospechoso, dice Erzensberger: “Asistimos a la aparición de un género de héroe que ya no es el conquistador sino el que resiste”. Al concluir un largo camino como escritor Erzensberger le rinde homenaje al general Kurt von Hammerstein, quien al llegar Hitler al poder en 1934 solicita ser relevado de todas sus funciones, para luego sumergirse en el silencio hasta su muerte en 1943. Siempre fascinado por alguien que no está del lado ni de los ángeles ni de los demonios, Erzensberger, en esta obra prosterna que es resultado de una investigación de tres años, del 2005 al 2008, entre los 77 y los 80 años del autor, logra un libro sorprendente ya que “Hammerstein…” no es una biografía clásica, sino un fresco histórico hecho de diálogos, de fotografías, un collage, próximo en su espíritu a la conocida obra del autor “Diálogo entre inmortales, muertos y vivos”. En Hammerstein, narra, Erzensberger, como lo haría un detective, una historia cerca de la intimidad de un tipo de alemán distinto al nazi. El personaje principal del libro no es sólo Hammerstein sino él y sus hijas, una familia alemana que es distinta a la idea que se tiene de los alemanes como serviles seguidores de Hitler. Es por ese motivo que en la traducción francesa, se añade al titulo en alemán el subtítulo: Une histoire allemande.

Erzensberger, del 57 al 2009, su obra comprende 17 poemarios, 19 libros de ensayos, 7 libros de narrativa, y 3 dramas, una intensa obra periodística. Saludos desde el Perú a sus 81 años, a uno de los héroes culturales de la rehabilitación alemana.


jueves, 10 de junio de 2010

Entrevista a HERNÁN RIVERA LETELIER

Hernán Rivera Letelier (Foto: CMS)

Hernán Rivera Letelier parece coleccionar, desde su primer libro, una retahíla de apreciadas distinciones literarias. Y la última es quizás la más relevante: el Premio Alfaguara de Novela 2010. Rivera Letelier, natural de Talca (Chile), se encuentra por estos días en Lima para presentar El arte de la resurrección (Alfaguara, 2010), premiada novela que relata los avatares de un hombre que, al perder a su madre y convertirse en ermitaño, descubre para su asombro que es la reencarnación de Cristo.

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR 

Usted no es para nada ajeno a los premios. Se puede decir, incluso, que está acostumbrado a ganarlos. En ese sentido, cómo ha tomado este premio importante… 
Este premio de un prestigio indesmentible, porque hay otros premios que están desprestigiados completamente. Pero el Alfaguara aún mantiene este prestigio que lo hace más grande. Entonces, recibir este premio fue un espaldarazo a mi obra impresionante. Pero, quieres que te cuente algo, yo no le había tomado el verdadero peso a este premio hasta que la gente en la calle, gente común y corriente que yo no conocía, me empezó a parar en la calle a decirme que cuando se enteraron de este premio se alegraron tanto como si se los hubieran dado a ellos. Lo sentían como propio. Allí le tomé el verdadero peso al premio. Más allá de lo literario este premio tiene algo muy humano, que hizo que la gente que no me conocía, incluso, se alegrara de ello. De alguna manera he llegado a comprender que soy la voz de los que no tienen voz.

Hablemos de la novela. El Cristo de Elqui es un personaje que existió y que, además, aparece en algunas de sus novelas. ¿Cree que de alguna manera estuvo reclamando su propia novela?
Mira, he llegado a pensar que este Cristo de Elqui sabía desde el principio que quien tenía que escribir su historia era yo. ¿Por qué? Porque para escribir su novela, su historia, hacía falta un lenguaje especial, un tono especial, una palabra especia. Y que no la tiene cualquier escritor por muy bueno que sea. ¿Y cuál era el tono? El tono del predicador, del profeta. ¿Cuál era el lenguaje? El lenguaje bíblico. ¿Cuál era la palabra? La palabra tenía que ser una mezcla entre lo profano y lo sagrado. Entre lo culto y lo popular. Y todo eso que se necesitaba para contar esa historia estaba en mis genes. Porque yo me creía en una casa en donde mi padre era evangélico. Y yo me crié escuchándolo predicar. Entonces, el tono del predicador estaba en mí. Yo me crié leyendo la Biblia, el único libro que había en mi casa. La palabra bíblica estaba en mí. Además, se necesitaba saber que se siente ser un trashumante, un vagabundo. Y yo lo fui durante cuatro años. Y había que conocer ese desierto en donde este tipo pasó predicando no sé cuántas veces. Y ese desierto es mi hábitat. Entonces, estaba todo dado para que yo contara la historia. Y yo soy un convencido de que sabía y por eso me persiguió durante toda la vida.

Por eso fue apareciendo en sus novelas… ¿Y en qué momento se dio cuenta de que tenía que escribir esa novela?
Cuando estoy escribiendo mi novena novela, Mi nombre es Malarrosa, de pronto apareció haciendo una especie de milagro. Y yo me dije: bueno, es la tercera vez que se me aparece este personaje. Y allí intuí que mi próxima novela tenía que ser sobre él. Allí fue.

¿Logró hablar con personas que llegaron a ver al Cristo de Elqui?
Encontré a algunas personas de cierta edad que me contaron que cuando eran niños alguna vez oyeron predicar o vieron pasar a este Cristo de Elqui. Y me fue de una utilidad tremenda, porque me contaron pequeños detalles que en la novela se hacen grandes. La gran obra está hecha de pequeños detalles, o los pequeños detalles hacen la gran obra. Y fue para mí muy bueno conversar a esta gente.

El Cristo de Elqui es un personaje peculiar, sin duda, pero al mismo tiempo llega a ser entrañable, incluso.
Claro. Yo quería que mi Cristo fuera más humano que el Cristo de los Evangelios. Que fuera más asequible. Que se hiciera más entrañable. Y otra cosa que le quise dar a este Cristo es lo que no encontré en los Evangelios. Yo no encontré a Cristo sonriendo, riendo. No hay humor en los Evangelios. Yo me pregunté por qué. Y estoy seguro que Cristo tenía humor. Entonces dije: voy a crear a este Cristo a imagen y semejanza de cómo a mí me hubiese encantado encontrar a Cristo en los Evangelios. Por eso lo acerqué más a la gente, con ese humor, esa picardía…

Un humor que además es característico en sus libros…
Es que los pampinos tenemos un humor muy particular que aflora a cualquier hora, incluso en medio de una tragedia…

La pampa es el escenario de casi todas sus novelas. La geografía sin duda influye en la gente que la habita. ¿Qué otra particularidad, además del humor, determina a los pampinos?
Yo soy un convencido de que cualquier paisaje moldea a la persona. Influye un lo psíquico e, incluso, en lo físico. Y este desierto, que yo creo es el personaje principal de todos mis libros, de alguna manera influyó en mí y en los que vivimos tantos años en ese desierto. El hombre de ese desierto es como la piedra. Parecemos hoscos, huraños, duros. Pero igual que con la piedra la riqueza va por dentro. Igual, si a nosotros nos raspan un poquito se dan cuenta de que somos de corazón de abuelita…

Y son solidarios, además…
En ese desierto es fundamental la solidaridad. En ese desierto nadie sobrevive solo. Y eso lo supimos desde el principio. Yo dependo de ti y tú dependes de mí. La solidaridad, la amistad y el humor son esenciales.

Otra particularidad de sus novelas es el lenguaje. Así como señala que el desierto es el protagonista de sus libros, yo diría que otro protagonista de ellos es el lenguaje. Incluso recuerdo que alguna vez dijo que se consideraba un poeta que escribía novelas.
Sí, mira, para mí el lenguaje es muy importante porque esencialmente soy un poeta. Escribí poesía durante quince años y ahora estoy escribiendo poesía, digo yo, hacia el lado. Yo amo las palabras, el lenguaje. Estoy contando y cantando un desierto en donde no hay nada y hay que llenarlo con palabras, con el lenguaje. A mí lo que me importa cuando cuento una historia no es tanto la historia, sino el cómo, la forma como le cuente la historia al lector. Entonces, lo que yo quiero no es que el lector lea rápido para que llegue al final. Lo que yo quiero es que el lector vaya gozando la lectura. Y cuando la gente me dice “oiga, estoy leyendo su libro y no lo quiero terminar, y me aguanto, y lo leo de a pocos y me devuelvo”. Entonces me digo: lo logré. Eso es lo que quiero, que la gente goce el libro, goce el lenguaje, las palabras.

HERNÁN RIVERA LETELIER presenta hoy "El arte de la resurrección" (Alfaguara)

martes, 8 de junio de 2010

ANTONIO CISNEROS obtiene Premio Internacional de Poesía Pablo Neruda

Premiado vate Antonio Cisneros (Ilustración: Iván Palomino

No es el primero, ni será el último –estoy seguro– . Y sin embargo, uno no puede evitar los sentimientos celebratorios que lo invaden a uno al enterarse de que el estupendo poeta Antonio Cisneros (o Toño, como lo llaman sus amigos) ha obtenido el importante Premio Internacional de Poesía Pablo Neruda. Distinción que llegará acompañada de los nada deleznables 30 mil dólates, el día 12 de julio, en una ceremonia en la que participará el flamante nuevo presidente chileno Sebastián Piñera. 

A continuación, uno de mis poemas favoritos, “Réquiem (3)” del libro Las inmensas preguntas celestes (1992)

REQUIEM (3)

A las inmensas preguntas celestes
no tengo más respuesta
que comentarios simples y sin gracia
sobre las muchachas
que viven por mi casa
cerca del faro y el malecón Cisneros.
Y no pretendan ver
en la cháchara tonta esa humildad
de los antiguos griegos.
Ocurre apenas
que las inmensas preguntas celestes
sacan a flote
mi desencanto y mis aburrimientos.
Que a la larga
me tienen dando vueltas
como un zancudo al final de la tarde.
Haciendo tiempo,
mientras llega la hora de oficiar
mis pompas funerarias,
que no serán gran cosa
por supuesto.
En estos tiempos malos bastará
con una mula vieja
y un ánfora de palo
brillante y negra
como el lomo mojado de un delfín.
¡Ah las preguntas celestes!
Las inmensas.

martes, 1 de junio de 2010

RODOLFO HINOSTROZA le responde a Gregorio Martínez

Calumnia de Gregorio Martínez
Escribe RODOLFO HINOSTROZA

Creo haberme expresado ya muy claramente sobre este penoso asunto de las guerrillas del ELN, pero no puedo dejar pasar esa infame especie vertida por Gregorio Martínez en su página “Bustrófedon” del 30.05. 2010, según la cual “ Rodolfo Hinostroza…por cobardía abandonó a Héctor Béjar, a Javier Heraud, a Alaín Elías, a sus compañeros del ELN, cuando estos decidieron agarrar los fierros y tirarse al monte”, que es completamente falsa y calumniosa. 

Debe saber don Goyo que en el año 1962 el ELN no existía, y fue fundado precisamente por Alaín y Béjar con una treintena de estudiantes de los que viajamos a La Habana, entre los cuales estaban Javier Heraud y Edgardo Tello. Yo nunca acepté ser guerrillero, jamás estuve involucrado con el ELN, no conocía a Héctor Béjar, que ya estaba en Cuba cuando llegamos, y en consecuencia no abandoné “a mis compañeros del ELN” cuando se fueron al monte y mucho menos por cobardía. 

Se necesita tener los cojones bien puestos para dirigir el aparato de Prensa y Propaganda clandestino del MIR, que yo creé a pedido Luis de la Puente Uceda, hacia 1965, antes y durante la insurrección, arriesgando el pellejo o en el mejor de los casos la prisión, como le consta a Ricardo Gadea, que fue el brazo derecho de Lucho de la Puente, y no me va a dejar mentir. 

Porque si bien nunca estuve de acuerdo con los aberrantes planes de Fidel, que nos prometían tomar el poder en 6 meses, sí creí en los planteamientos serios y maduros de Luis de la Puente Uceda, que me honró con su amistad cuando yo era un muchacho que acababa de regresar de Cuba, calumniado por los comunistas.

Lamento que alguien a quien respeto como escritor, y que consideraba mi amigo, se preste gratuitamente, sin comerla ni beberla, a la insistente calumnia de esos retorcidos fidelistas, que siempre me detestaron por mis posiciones críticas e independientes.

Debo advertirle que, de no rectificarse oportuna y públicamente, tomaremos acciones legales contra usted. 

Rodolfo Hinostroza
DNI 06644071