lunes, 12 de mayo de 2008

No es país para viejos de CORMAC MACCARTHY


Equiparado por el mismísimo crítico Harold Bloom con autores norteamericanos canónicos como Herman Melville y William Faulkner, Cormac McCarthy es, sin duda, uno de los escritores más notables de la actualidad.

No es país para viejos (Debolsillo, 2008), novela en la que se basara el premiado filme de los hermanos Coen Sin lugar para los débiles, ya se puede encontrar, desde hace algunas semanas, en nuestras principales librerías.

La novela gira en torno a la persecución de la que es víctima Llewelyn Moss –quien encuentra de casualidad, en medio de un reguero de cadáveres de narcotraficantes, y en pleno desierto, un maletín repleto de dinero– por parte de un apocalíptico sicario (Anton Chigurh), siendo además buscado por un sheriff próximo a jubilarse (Tom Brell).

La narración avanza a un ritmo trepidante, recurriendo muchas veces a una sucesión de frases cortas que no otorgan respiro al lector y que, sin embargo, tampoco impiden que la novela posea una hondura existencial –de la que carecen algunos autores– que se focaliza, como en otras novelas suyas, en los oscuros vericuetos del mal. Uno no puede evitar sentir en la nuca el asecho incesante de Chigurh, pero sobretodo es imposible no sentir aquella sombra de maldad que recorre la novela y que nos revela, en realidad, un futuro incierto. Recomendable. (CMS)

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