domingo, 6 de julio de 2008

"Tomando té" de SHEILA ALVARADO


Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR
Fotografía de PÁVEL UGAZ

No sólo es una conocida artista plástica e ilustradora de libros infantiles. Sheila Alvarado posee además una antigua afición por la escritura. El año pasado publicó un libro para niños escrito e ilustrado por ella titulado Pelilargo (Alfaguara). Ahora, retomando esa alianza creativa entre el dibujo y el relato, Alvarado ha urdido una interesante historia ilustrada,Tomando té, (Altea, 2008) en la que dos personajes aparecen encaramados en dos cubos de azúcar navegando sobre las calmas aguas de una taza de té.

Siendo una artista plástica que escribe, ¿qué aparece primero –le pregunto–, la imagen o el texto? “Nunca lo sé, la verdad –me responde–. A veces aparece uno o a veces aparece el otro. Lo que tengo claro es que los dos van juntos. Puedo, por ejemplo, escribir cuatro líneas y dos de ellas tienen dibujos. Y normalmente siempre los tienen. Mis textos son mis bocetos, en cada frase yo ya tengo una imagen”, confiesa. La charla fluye amena en medio de la calidez de la librería sanisidrina Ksa Tomada mientras Alvarado recuerda el origen de la historia que acaba de publicar. “La escribí hace muchos años. Tenía las imágenes en la cabeza, pero no la quería ilustrar porque sentía que mi dibujo no era suficientemente bueno para ilustrar mis propios cuentos. Soy de las personas que no tiene apuro en sacar libros, quiero sacarlos bien y quiero sacarlos como los había planeado”, me dice.

Tomando té plasma los encuentros y desencuentros de una muchacha y un joven. “Es una historia de amor, pero es una historia de amor muy abierta. Podría ser una historia entre amigos o entre novios. Y es que para lograr algo hay que arriesgar algo. Es parte del juego. Pierdes un amigo pero ganas un novio, o pierdes un novio y ganas un libro”, señala la artista-escritora mientras compartimos dos tazas de té. “En mi casa siempre ha habido una jarra de té –me explica Alvarado–. Mi familia es de ascendencia china, de la cual pocas cosas han sobrevivido: una de ellas es la comida y el té. Mi abuela nos enseñaba a mis primas y a mí a servir el té. Y siempre me gustó mucho la idea que tienen los chinos de que tomar té es una ceremonia, un momento que no se vuelve a presentar, un momento único”. En Tomando té, Sheila Alvarado ha trazado una historia de fuerte contenido simbólico y emotivo, una historia, en resumen, para atesorar en el recuerdo.

*Publicado en Correo el viernes 04/07/08.

1 comentario:

Pamela dijo...

Hola, me interesa mucho conseguir "Tomando té", vivo en México y aquí no se consigue el libro.