martes, 25 de diciembre de 2007

Entrevista a RICARDO SUMALAVIA


Radicado en Burdeos, Francia, Ricardo Sumalavia acaba de presentar en Lima Colección minúscula (Ediciones Copé, 2007), libro que reúne una serie de relatos breves de autores como Enrique Prochazka, José Adolph, Carlos Herrera, Mónica Beleván, entre otros. Y además nos adelanta la aparición en España de Que la tierra te sea leve, novela finalista del Premio Herralde.

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

¿Cómo surge tu fascinación por la ficción breve? ¿Qué autores fueron referenciales en este sentido?
En realidad, llegué a la ficción breve porque se ajustaba perfectamente a mi carácter. Es decir, como suelo ser ansioso, las formas de la prosa breve me ayudaron, en un primer momento, a delinear un estilo y, luego, sin darme cuenta, pasaron a ser parte de mis registros en la escritura. Claro, cuando ya tomas conciencia de ello, como fue en mi caso, buscas a otros autores, otros textos, que compartan tus inquietudes. Y para disfrutar y aprender de la ficción breve leí a Monterroso, Arreola, que son obvia referencia entre los latinoamericanos, pero también me ayudó leer poesía latina, especialmente a Catulo, como también leer haikus, koanes, aforismos en general, etc.

¿Existe un límite de extensión en la ficción breve?
Para distinguir cualquier género en prosa, los límites de extensión no ayudan gran cosa. Hay escritores sentenciosos que demandan cifras exactas: una carilla, veinte líneas, 400 palabras. En el fondo son más criterios editoriales que propiamente literarios. Bueno, también es cierto que hay escritores que se toman muy en serio lo de la extensión. Algunos creen que existe una competencia por escribir el microcuento más breve. Me parece iluso que se pretenda eso. La dimensión en sí no le agrega méritos al texto.

Además de la extensión, ¿existe alguna otra constante?
Lo que encuentro en la ficción breve es una mayor libertad temática, de estructura, de estilo, que los cuentos que solemos leer (me refiero, sólo si hablo de América Latina, a los cuentos de Ribeyro, Borges o Cortazar, Quiroga, etc.). Esto no quiere decir que los cuentos no se presten a experimentaciones. Por supuesto que lo hacen, pero generalmente se ciñen a reglas argumentales más precisas. Digamos que encontrándose en los polos (lo de la extensión podría servir para algo), la ficción breve y la novela comparten ese espacio de libertad que permite la hibridez genérica. De esta manera, podemos hallar ficciones que no presentan un hilo argumental definido, un aforismo, una estructura poética, etc.

¿Cómo así concebiste el libro Colección minúscula?
En los últimos años veía que la práctica de la ficción breve iba en aumento. Y no creo que por moda, como prefieren decir algunos despistados para evitarse mayores reflexiones. Como otras prácticas de la narración en el Perú, por ejemplo el cuento fantástico, la ficción breve siempre tuvo un espacio entre los escritores. Es verdad que se acercaba al poema en prosa en un principio, como los que escribieron Valdelomar, Vallejo, Eguren, por ejemplo; pero estas prácticas demostraban que existía una necesidad de movilización entre diversos registros de escritura. Por esa razón, en estos momentos en los que se habla de un resurgimiento de la narrativa peruana no hay por qué extrañarse con la aparición de estos libros de ficciones breves. Con Colección minúscula quise mostrar ese amplio espectro del género, lo que puede hacer. Y siempre se podrá hacer mucho más, sin duda. Todos los escritores a quienes convoqué lo han demostrado y yo estoy muy contento por ello. Y creo que el lector también lo estará. Además, este libro tiene dos elementos agregados: el primero corresponde a Copé, que ha realizado un estupendo trabajo de edición, y el segundo, el tener escritores extranjeros invitados. Esto le brinda al conjunto otras posibilidades de lectura, más allá de las propias tradiciones nacionales.

Sabemos que tu novela Que la tierra te sea leve –finalista del Herralde 2006– saldrá en España el próximo año.
Aparecerá el mes de junio próximo bajo el sello Bruguera.

¿Qué nos puedes adelantar de esta tu primera novela? ¿Y cómo la ubicarías dentro de tu corpus narrativo, conformado por tus tres conjuntos de cuentos?
Se trata de una novela que entrecruza dos historias: por un lado, un hombre que decide buscar a su hermano –un enano– en medio de una Lima sórdida y grotesca; y, a modo de crónicas de viaje, se cuentan algunos momentos claves en la vida de un joven escritor que va tras los pasos de su “hermano literario”. En esta novela, como en mis cuentos, se hallan otros planos de lectura con temas que me obsesionan, como son la familia, la memoria, el lenguaje y el proceso de escritura. En esta novela trato de articular todo esto.

*Fotografía: Archivo Correo.
**Entrevista publicada el martes 25 de diciembre del 2007 en Correo.

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