viernes, 23 de diciembre de 2005

Entrevista a Luis Hernán Castañeda

Versión completa de la editada que salió
publicada en el diario Correo, el pasado jueves

Identidades ocultas

Lejos de la tradición realista clásica, Luis Hernán Castañeda propone en Hotel Europa (Peisa, 2005), su segunda novela, una parodia de la novela total.

Carlos M. Sotomayor

Correo: Si bien en Casa de Islandia asumías riesgos, en Hotel Europa el riesgo parece mayor...
Luis Hernán Castañeda: Sí, la idea era incrementar el nivel de riesgo. Y eso fue no por el lado metaliterario de Casa de Islandia, sino por el trabajo con los personajes y con el lenguaje particular de cada personaje. Me preocupe mucho por darles a cada uno una voz particular, una visión del mundo particular y de trabajar un discurso distinto para cada uno. Por ejemplo, Apocalipsis, que es un personaje central en la novela, habla siempre a través de un filtro que podría llamarse pornográfico, tiene una visón pornográfica del mundo. Otro personaje, el padre Castañeda tiene una visión moralista, política. Si en Casa de Islandia habían dos personajes, básicamente, y ambos contenían el mismo discurso, acá hay más puntos de vista.

C: ¿Cómo concibes la novela?
LC: Comencé a escribir Casa de Islandia y Hotel Europa simultáneamente. Hotel Europa era originalmente un cuento largo de unas 30 páginas. Luego vino el trabajo de ampliación, de transformar el cuento en una novela. Eso fue una experiencia de dos años.

C: En Hotel Europa se evidencian referencias a Bellatín...
LC: Bellatín es una de mis mayores influencias, tanto en Casa de Islandia como en Hotel Europa. En esta última la presencia de Bellatín es más obvia pero no la del Bellatín real. Bellatín tiene una obra compleja, es un autor con varias caras. El Bellatín que a mi me gusta tomar y reformular es el Bellatín más radical, que quizás no exista realmente, que prescinde totalmente de los referentes, que intenta algo que puede parecer utópico, crear una realidad completamente ficticia. A mi me interesó la propuesta estética de Bellatín, radicalizada por mí y por la novela.

C: También se podría hablar de referencias con la "novela total"...
LC: La novela es una especie de parodia de la novela total. Se repite la estructura compleja de la novela total, con una serie de puntos de vista distintos, pero esos puntos de vista no tienen un contacto directo con un referente. No representan nada, y si lo hacen es de forma alegórica. No hay la intención representativa de la novela total.

C: La ambigüedad sexual, presente en la novela, tiene que ver con el tema de la identidad...
LC: En este caso el personaje es un hombre que debe aparecer ante los demás como una mujer para poder existir. Es una cuestión de la identidad, que vino con la idea original de por qué la novela se llama Hotel Europa. La idea era que en un hotel las habitaciones no tienen ocupantes fijos, los ocupantes cambian constantemente. Yo me preguntaba, entonces, si podía imaginarse la posibilidad de que cada habitación del hotel tuviera en el fondo un solo ocupante, pero que ingrese o salga con diferentes máscaras o caras. Qué une a todas las caras tan distintas. Es una novela de formación, en la cual el trabajo con la ambivalencia sexual tiene un sentido en la formación del personaje que va a pasar de ser un adolescente a un adulto.

C: ¿Cómo ves a toda esta variedad de escritores que han aparecido últimamente?
LH: Lo que ha pasado es que en un año, un tiempo muy corto, muchos autores han presentado un primer libro de narrativa. Están Johann Page, Edwin Chávez, Carlos Gallardo, Leonardo Aguirre, Ezio Neyra y una serie de escritores nuevos. Me parece que, como se ha ampliado la población de escritores jóvenes, es más difícil encontrar coincidencias. Antes se dijo que lo metaliterario, la reflexión sobre la literatura era el denominador común. Ahora hay mucha más variedad y profundidad. Yo pienso que quizás lo único común entre todos esos escritores es el deseo de ser diferentes y el respeto a la diferencia del otro. Vamos a ver qué pasa con los segundos libros.

C: ¿Cómo ves tu obra en el futuro?
LC: Con la publicación de dos libros estoy abonando para la construcción de un mundo personal. Definitivamente estos dos libros van a seguir presentes en lo que escriba en el futuro. Estoy escribiendo ahora cuentos muy clásicos, a lo Chejov, Maupassant, y además estoy haciendo una novela corta que es muy distinta a la anterior pero sin abandonar las preocupaciones que creo comparten tanto Casa de Islandia como Hotel Europa: el lenguaje, la identidad. Hay un componente de erotismo que me interesa mucho trabajar y que tiene que ver mucho con Bataille. Y siempre mirando la tradición.

domingo, 11 de diciembre de 2005

Entrevista a Rodolfo Hinostroza

Entrevista publicada en Correo
el domingo 11 de diciembre de 2005

Rodolfo Hinostroza retorna a la poesía con Memorial de Casa Grande

Memoria poética

Tras un largo silencio poético –exactamente 34 años luego de la aparición del célebre Contra Natura–, Rodolfo Hinostroza vuelve a sus fueros con Memorial de Casa Grande (Lustra editores, 2005), poemario que será presentado hoy a las 18.00 horas en la Feria del Libro Ricardo Palma (Parque Kennedy, Miraflores).

CARLOS M. SOTOMAYOR

Correo: ¿Por qué un silencio poético tan prolongado?

Rodolfo Hinostroza: Estuve paseándome por otros ámbitos de la palabra. No he estado inactivo, aunque no haya hecho mucha poesía orgánica como para pensar en un libro. Pero hice otras cosas; escribí cuentos, novelas, teatro, ensayos. Me he sacado el gusto de escribir todos los géneros literarios. Me he dado toda la vuelta por todos los géneros literarios -he escrito dos o tres cosas de cada uno- y al fin he caído sobre mis pies, sobre la poesía. Un largo trayecto que ha durado más de 30 años. Y me alegro de haberlo hecho.

C: ¿Cómo se da el proceso de concepción de Memorial de Casa Grande?
RH: Hay un profesor español, Fernando de Diego, de la Universidad de Ottawa, que para facilitar su tarea de trabajar sobre mi obra me pidió que le escriba unas cuantas páginas de autobiografía. Después de pensarlo mucho empecé a escribirlas y me pasé de paginación. Me di cuenta entonces de que había cosas que no podía decirlas en prosa sino en verso. Me di cuenta también de que había una historia que quería contar, pero bajo la forma de poesía. Entonces desarrollé una forma de contar en poesía que procede, creo, de mis largos años de frecuentación de la prosa. Es una poesía contada la que hago en este libro.

C: Más accesible también...
RH: He hecho una poesía accesible a todo el mundo. Antes mi poesía era acusada de hermética, difícil, bastante barroca, digamos. Había gente que no entendía. Incluso Camilo Fernández Cozman, que ha escrito un libro sobre mí, me ha dicho que hay poemas herméticos que no entiende. Y es un especialista; imagínate la gente común y corriente. Entonces me he propuesto simplificar mi poesía, he hecho una cosa más sencilla, con un lenguaje corriente. Lo que sí he cuidado es el ritmo, que es el corazón de la poesía, el vocabulario y el curso dramático que hay en mis poemas.

C: Otra diferencia con respecto a los dos poemarios anteriores sería la presencia de la introspección, que está más marcada en este libro...
RH: Claro. Este es un arreglo de cuentas con mi pasado familiar. Y una especie de fresco histórico de los años 50, de principios del siglo XX, donde discurre la familia Hinostroza, la arruinada familia Hinostroza. Y luego la inmigración extranjera que llega aquí. No es La Comedia Humana de Balzac, sino el devenir de una familia que es la mía, y que representa, de alguna manera, a muchas familias peruanas.

C: La muerte está muy presente en el libro...
RH: Claro, porque todos están muertos; mi padre, mi tío; todos están muertos prácticamente. Claro, eso hay que plantearlo: yo me voy a morir también. Y hay una reflexión en el último poema en torno a la muerte y en torno a los genomas humanos. Son temas necesarios, pero también se habla de la vida, de las nuevas generaciones que se suceden.

C: Has transitado por todos los géneros. Sin embargo, una vez dijiste que esencialmente te sientes un poeta...
RH: Yo creo que es una idea de poetas manejar todos los géneros. Los temas de mis cuentos y novelas son temas de poeta; no se les ocurre a nadie (ríe). Uno debería tener la capacidad de agarrar todas las ideas y poderlas expresar en el género que les conviene mejor. Ese ha sido mi ideal de artista. Lo único que me falta es el cine.

C: Otra de tus grandes pasiones es la gastronomía...
RH: Precisamente está saliendo un libro mío de cocina en España que se llama Primicia de cocina peruana. Dentro de poco llegará a Lima. Es un ensayo sobre cocina peruana que cuenta mis 20 años de cronista gastronómico.

C: Volviendo a la poesía, tu generación se desmarca de la generación anterior en cuanto a los referentes. Los del 50 estaban influenciados por la poesía española...
RH: Sí, es cierto, porque los poetas del 50 se iban becados por el gobierno español, como Romualdo, Delgado y otros. Cada uno tenía su acercamiento a España. Nosotros teníamos una visión más cosmopolita. Como Lucho Hernández, que le gustaba la poesía alemana; yo, por mi parte, disfrutaba la poesía francesa. Lo que teníamos en común era que la poesía española no nos interesaba.

C: ¿Qué proyectos literarios ves a futuro?
RH: Hay un género muy bacán que se llama la nouvelle. Uno de los últimos cuentos que escribí, “El muro de Berlín”, es una nouvelle, o cuento largo. Estoy muy tentado de hacer nouvelle. Tengo varios temas que darían muy bien para eso. Y me gustaría agrupar tres nouvelles en un libro.