martes, 10 de marzo de 2009

Entrevista a DOMINGO DE RAMOS


Hace diez años el libro Las cenizas de Altamira no pudo llegar al público lector por un problema extraliterario. Hoy, sin embargo, Domingo de Ramos alberga un doble motivo para la dicha: aquel libro ya se encuentra en librerías y coincide, además, con la inminente aparición de Dorada Apocalipsis (Tranvía editores, 2009), su más reciente trabajo poético.

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

¿Qué sucedió en 1999 con Las cenizas de Altamira?
Bueno, lo que pasó en esos años es que nos estafó el diagramador del libro, ya que él conocía al imprentero, y los editores le habían dado un gran adelanto para la impresión pero éste nunca le dio ese adelanto, por lo cual el imprentero retuvo los ejemplares. Además, este señor se mudó del lugar donde estaba originalmente y lo perdimos de vista hasta que me ubicó por intermedio del Facebook cuando yo estaba de viaje entre EE.UU. y Europa. Más tarde nos reunimos y rescaté algunos ejemplares. La edición consta de 1,000 y todavía faltan rescatar los 500 que tiene en su almacén.

¿Cómo tomas esta nueva aparición de Las cenizasde Altamira?
Primero con sorpresa y luego como coincidencia con otro libro, Dorada Apocalipsis, que sí es nuevo y que tiene algo que ver con el tema de las migraciones, ya que en este libro retrato a personajes de esos ámbitos. Obviamente son registros diferentes, pero hay esas coincidencias entre Las cenizas de Altamira y mi nuevo libro que saldrá a fin de mes.

¿Qué me puedes adelantar de ese nuevo libro?
Mira, no sé qué es exactamente, tiene personajes ya característicos en mis otras obras y que se posesionan de un lenguaje de diversa índole. Tienes a un costeño, a un andino que se interrelacionan mutuamente a través de un espacio que les da una metrópolis.

¿Qué es lo que más rescatas de Kloaka, movimiento que fundaste? ¿Cómo lo ves a la distancia?
Kloaka fue un movimiento contestatario, subterráneo en su momento e hizo su rebelión contra el status quo tanto en la sociedad como en el arte y en la literatura, así como en la poesía peruana. Todos sus integrantes ya han publicado libros y siguen vigentes. Eso es lo más importante después de haberse disuelto muchos años atrás. Kloaka también fue un laboratorio en que no sólo aprendí a escribir sino a experimentar con el lenguaje, y esa experiencia es lo que más rescato.

Como poeta has realizado varios viajes en los últimos años. ¿En qué medida han influido en tu manera de ver las cosas y en relación a tu poesía?
Todo viaje es un conocimiento, aunque te muevas en tu territorio, y por lo tanto influye notablemente en tu vida, en la poesía un ejemplo claro es mi libro Las cenizas de Altamira, sin ese viaje nunca lo hubiera escrito. Allí estás conociendo no sólo gente diferente a ti, sino al mismo tiempo estás aprendiendo de su cultura o estás descubriendo nuevas cosas y a la vez comprobando o ilusionándote o desilusionándote de los mitos que tenías por medio de las lecturas, el cine y el arte de un determinado país o continente. Además es un placer viajar.

El tema de la migración siempre ha estado presente en tu poesía. En ese sentido, cómo ves el éxito de La teta asustada, de Claudia Llosa, y, sobre todo, de Magali Solier?
No he visto La teta asustada, no puedo opinar de esa película pero el hecho de que una provinciana como Magali Solier gane y sea su protagonista me llena de orgullo de que las cosas buenas vienen de provincias y hay que incentivarlas y mirar más a estas zonas alejadas del centro de las grandes ciudades o de las metrópolis. Y darle todo nuestro apoyo y no estar desperdiciando el dinero en peloteros mediocres en un futbol malísimo, y fijarse en talentos como la de esta chica y apostar por el arte y la lectura que dan satisfacciones a pesar de que todo lo tienen en su contra.

*Fotografía: archivo personal de Domingo de Ramos (El poeta en Chicago).

martes, 3 de marzo de 2009

Colección de poesía PIEDRA/SANGRE


Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR
Fotografía de GISELLA SAN MIGUEL

Resulta ya una verdad inapelable que para publicar poesía en el Perú se requiera, hoy más que nunca, de un inexorable espíritu quijotesco. Víctor Ruiz y Bruno Polack ostentan, por suerte, una marcada tendencia de ir contra las leyes del mercado -aquellas que prefieren las bondades comerciales de la narrativa-, además de una desbordada e incuestionable pasión por la poesía. No sólo lo evidencian sus respectivas vocaciones líricas (ambos son poetas de talento), sino, fundamentalmente, su proyecto editorial: léase, Lustra Editores.
Ellos acaban de publicar, gracias a una coedición con el Centro Cultural de España, la Colección Piedra/Sangre. Se trata de un pack poético que incluye quince títulos inéditos de quince poetas peruanos y jóvenes. Podemos mencionar, entre los más conocidos, a Diego Lazarte, Paul Guillén, Miguel Sanz Chung, Alessandra Tenorio y José Agustín Haya de la Torre, además, claro, de Ruiz y Polack.

EL ORIGEN. Víctor Ruiz recuerda la génesis del proyecto: Éramos cinco o seis personas que queríamos publicar y decidimos hacer algo más grande e invitar a otras personas que consideramos importantes para publicar algo más o menos significativo de lo que nosotros hemos vivido desde comienzos del 2000. Es evidente que no existe una intención antologadora; por el contrario, se trata de la conjunción temporal de las propuestas individuales de un grupo de poetas de una misma generación.
¿Afinidades entre los autores? Bruno Polack ensaya una respuesta y encuentra en la figura de Ezra Pound una lectura común. "Leyendo todos los libros observamos lecturas en común -apunta, Polack-. Pound es una lectura que ha retornado. Lo era en la Segunda Guerra Mundial y deja de serlo por problemas políticos. Pero ahora se le está releyendo de una manera alucinante". "Y si hay puntos de conexión en temas particulares, creo que se trataría del tema de un sujeto sintomático, enfermo, que además es una gran alegoría de esta sociedad que ya no da para más", remarca Ruiz. Sin embargo, a pesar de lo lúgubre del horizonte, aún se trazan versos que irrumpen con inusitada luminosidad las noches más oscuras. Y eso se agradece.

*Publicado en Correo el 03/03/09.