lunes, 13 de marzo de 2006

Entrevista a Santiago Roncagliolo

Entrevista aparecida el domingo 12 de
marzo de 2006 en el diario Correo.

Santiago Roncagliolo, flamante ganador del Premio Alfaguara con Abril rojo, novela que trata el tema de la guerra interna en el Perú

La violencia en la novela

El tema de la violencia política acaecida en nuestro país a finales del siglo XX parece estar de moda en España. El año pasado Alonso Cueto recibió el Herralde con La hora azul y ahora Santiago Roncagliolo mantiene la racha al obtener el importante Premio Alfaguara con la novela Abril rojo, un thriller que, según el jurado, no ofrecerá al lector respiro alguno.

Carlos M. Sotomayor

Correo: Cueto gana el Herralde, Bayly queda finalista del Planeta y ahora tú obtienes el importante Premio de Novela de Alfaguara. ¿Cómo tomas todo esto?
Santiago Roncagliolo: Este año ha sido más que eso. La feria de Guadalajara estuvo dedicada al Perú. La de Chile lo estará. La literatura peruana está despertando un gran interés, porque el Perú es un país con mucho que decir, en mi opinión.

C: Tanto la novela de Cueto como la tuya giran en torno a la temática de la violencia política que padecimos. ¿Crees que más allá de la calidad de ambos, el tema fue un punto a favor? ¿Por qué?
SR:
El tema de la guerra contra el terrorismo es el tema fundamental de la actualidad. Tanto en España como en el mundo, las personas y los gobiernos se preguntan: ¿Hasta dónde debemos llegar en responder al fuego con fuego? ¿Cuánta gente hay que matar para defender la vida? ¿Cuántas libertades hay que restringir en nombre de la libertad? o incluso ¿Cuánta sangre podemos olvidar para construir la paz? Imagino que esa atmósfera ha favorecido a nuestras novelas.

C: Consideras que la aparición de novelas que tocan este tema (Cueto, Ponce, últimamente) se debe en parte a que ahora existe la suficiente distancia temporal como para ofrecer una visión más lúcida de lo ocurrido?
SR:
Nosotros no inauguramos nada. Otros narradores peruanos han tocado el tema antes, como Miguel Gutiérrez, Oscar Colchado, Luis Nieto Degregori o Dante Castro. Al contrario, nuestros premios servirán para que esas novelas se conozcan mejor. Con muchas de ellas, en realidad, las insuficiencias sociales y editoriales del Perú han sido muy injustas.

C: Angeles Mastreta, miembro del jurado, ha resaltado "unas peripecias de novela negra" en Abril rojo…
SR:
Más aún, es un thriller. Tiene influencia de Tabuchi, McEwan y Bolaño, pero también de Seven o El silencio de los inocentes. A mí me gusta trabajar con los géneros que la mayoría de escritores desprecian.

C: Mastreta también ha dicho que en tu novela hay ternura e ironía, elementos que también se advierten en Pudor. Se puede hablar de rasgos que forman parte ya de un estilo?
SR:
Quizá. Creo que ambas novelas mezclan dos figuras que me obsesionan: los psicópatas y los perdedores. Ambos me inspiran esos dos sentimientos.

C: Cuando llegaste a España con el deseo de afianzar su carrera de escritor, pensaste en este momento?
SR:
Jamás. En realidad, me conformaba con poder publicar, algo que nunca había podido hacer en Lima. Mis primeros dos libros no tuvieron gran éxito comercial, pero me daba por satisfecho con que aparecieran.

C: ¿Cómo tomas este premio que de alguna manera te sitúa en un lugar importante en las letras hispanas? ¿Cómo tomas, por ejemplo, aquellas frases que te sugieren como el sucesor de Vargas Llosa y Bryce?
SR:
Como amables exageraciones. Esos escritores llevan décadas siendo geniales. Yo aún estoy a tiempo de ser un fraude.