domingo, 11 de diciembre de 2005

Entrevista a Rodolfo Hinostroza

Entrevista publicada en Correo
el domingo 11 de diciembre de 2005

Rodolfo Hinostroza retorna a la poesía con Memorial de Casa Grande

Memoria poética

Tras un largo silencio poético –exactamente 34 años luego de la aparición del célebre Contra Natura–, Rodolfo Hinostroza vuelve a sus fueros con Memorial de Casa Grande (Lustra editores, 2005), poemario que será presentado hoy a las 18.00 horas en la Feria del Libro Ricardo Palma (Parque Kennedy, Miraflores).

CARLOS M. SOTOMAYOR

Correo: ¿Por qué un silencio poético tan prolongado?

Rodolfo Hinostroza: Estuve paseándome por otros ámbitos de la palabra. No he estado inactivo, aunque no haya hecho mucha poesía orgánica como para pensar en un libro. Pero hice otras cosas; escribí cuentos, novelas, teatro, ensayos. Me he sacado el gusto de escribir todos los géneros literarios. Me he dado toda la vuelta por todos los géneros literarios -he escrito dos o tres cosas de cada uno- y al fin he caído sobre mis pies, sobre la poesía. Un largo trayecto que ha durado más de 30 años. Y me alegro de haberlo hecho.

C: ¿Cómo se da el proceso de concepción de Memorial de Casa Grande?
RH: Hay un profesor español, Fernando de Diego, de la Universidad de Ottawa, que para facilitar su tarea de trabajar sobre mi obra me pidió que le escriba unas cuantas páginas de autobiografía. Después de pensarlo mucho empecé a escribirlas y me pasé de paginación. Me di cuenta entonces de que había cosas que no podía decirlas en prosa sino en verso. Me di cuenta también de que había una historia que quería contar, pero bajo la forma de poesía. Entonces desarrollé una forma de contar en poesía que procede, creo, de mis largos años de frecuentación de la prosa. Es una poesía contada la que hago en este libro.

C: Más accesible también...
RH: He hecho una poesía accesible a todo el mundo. Antes mi poesía era acusada de hermética, difícil, bastante barroca, digamos. Había gente que no entendía. Incluso Camilo Fernández Cozman, que ha escrito un libro sobre mí, me ha dicho que hay poemas herméticos que no entiende. Y es un especialista; imagínate la gente común y corriente. Entonces me he propuesto simplificar mi poesía, he hecho una cosa más sencilla, con un lenguaje corriente. Lo que sí he cuidado es el ritmo, que es el corazón de la poesía, el vocabulario y el curso dramático que hay en mis poemas.

C: Otra diferencia con respecto a los dos poemarios anteriores sería la presencia de la introspección, que está más marcada en este libro...
RH: Claro. Este es un arreglo de cuentas con mi pasado familiar. Y una especie de fresco histórico de los años 50, de principios del siglo XX, donde discurre la familia Hinostroza, la arruinada familia Hinostroza. Y luego la inmigración extranjera que llega aquí. No es La Comedia Humana de Balzac, sino el devenir de una familia que es la mía, y que representa, de alguna manera, a muchas familias peruanas.

C: La muerte está muy presente en el libro...
RH: Claro, porque todos están muertos; mi padre, mi tío; todos están muertos prácticamente. Claro, eso hay que plantearlo: yo me voy a morir también. Y hay una reflexión en el último poema en torno a la muerte y en torno a los genomas humanos. Son temas necesarios, pero también se habla de la vida, de las nuevas generaciones que se suceden.

C: Has transitado por todos los géneros. Sin embargo, una vez dijiste que esencialmente te sientes un poeta...
RH: Yo creo que es una idea de poetas manejar todos los géneros. Los temas de mis cuentos y novelas son temas de poeta; no se les ocurre a nadie (ríe). Uno debería tener la capacidad de agarrar todas las ideas y poderlas expresar en el género que les conviene mejor. Ese ha sido mi ideal de artista. Lo único que me falta es el cine.

C: Otra de tus grandes pasiones es la gastronomía...
RH: Precisamente está saliendo un libro mío de cocina en España que se llama Primicia de cocina peruana. Dentro de poco llegará a Lima. Es un ensayo sobre cocina peruana que cuenta mis 20 años de cronista gastronómico.

C: Volviendo a la poesía, tu generación se desmarca de la generación anterior en cuanto a los referentes. Los del 50 estaban influenciados por la poesía española...
RH: Sí, es cierto, porque los poetas del 50 se iban becados por el gobierno español, como Romualdo, Delgado y otros. Cada uno tenía su acercamiento a España. Nosotros teníamos una visión más cosmopolita. Como Lucho Hernández, que le gustaba la poesía alemana; yo, por mi parte, disfrutaba la poesía francesa. Lo que teníamos en común era que la poesía española no nos interesaba.

C: ¿Qué proyectos literarios ves a futuro?
RH: Hay un género muy bacán que se llama la nouvelle. Uno de los últimos cuentos que escribí, “El muro de Berlín”, es una nouvelle, o cuento largo. Estoy muy tentado de hacer nouvelle. Tengo varios temas que darían muy bien para eso. Y me gustaría agrupar tres nouvelles en un libro.

6 comentarios:

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Carlos: ¿de casualidad tendrás copia de algunos de esos poemas? ¿Hay algo on line?

Daniel Salas dijo...

Marco Aurelio Denegri es un ignorante.

Félix Reátegui dijo...

De todos modos, es interesante -- y tal vez deprimente -- pensar en que seguramente su forma de entender la literatura coincide y refuerza las ideas de sentido común sobre qué es poesía y literatura. Las personas no universitarias -- y muchas que sí lo son, pero no humanistas -- están convencidas de que un poema tiene que hablar de flores y tener rima y que la filosofía tiene que ser un discurso esotérico sobre la trascendencia. Cuando se oye a Denegri, uno se imagina que va a comprar libros preguntando por "obras".

Oliver amhed dijo...

Hinostroza es un gran poeta. Lo demuestra en el consejero del lobo y en contranatura. Horacio, personalmente, me parece un poema extraordinario. Me apena que haya gente que no aprecie el arte de este gran poeta. Creo yo que esas personas no conciben de manera clara lo que es el explorar los diferentes mecanismos de la poesía (los mecanismos básicos). Simplemente, eso está claro, se nublan, se cierran, por decirlo de algún modo, dejando mucho que desear en lo converniente a la concepción de este extraordinario orbe que es la literatura.

Maverick Díaz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Maverick Díaz dijo...

Diego, con todo respeto, me parece que te dejas guiar por Marco Aurelio Denegri y no por la historia. Ciertamente, los griegos otorgaban a la poesía el saber del universo. Los poetas eran (un ejemplo es Hesíodo) profetas que buscaban lo didáctico. Así, la poesía, por esos tiempos, llevaba no solamente la cultura (y con ella la evolución de la sociedad) sino también las instrucciones necesarias para desempeñar una vida consecuente con las normas del mundo. Me parece que lo que dices está sesgado por tu poca información sobre el tema. Quiero creer eso. Tendría que agregar que, desde mi criterio (que, estoy seguro, muchos comparten) la poesía no se limita a un ámbito reducido. La poesía interpela a la sociedad y, debido a su carácter, la trasciende. Lo que tú dices lo puede haber dicho un burgués asustadizo (que niega el arte contestatario) hace unas décadas. ¿Eres tú de esa índole?