viernes, 25 de mayo de 2007
TEATRO: Un matrimonio de Boston
Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR
David Mamet no es un autor cualquiera. Su estilo desenfadado e irreverente lo ha situado en un lugar de preferencia en la escena teatral norteamericana. Apenas conocido en Lima gracias al montaje de Edmond –realizado por el desaparecido José Enrique Mavila hace más de una década–, Mamet vuelve a escena esta vez con la obra Un matrimonio de Boston, bajo la estupenda dirección de Alberto Isola.
Ambientada bajo el conservadurismo del siglo XIX, Un matrimonio de Boston nos presenta a dos mujeres que han mantenido una larga relación sentimental, protegidas por el siempre ostentoso velo de las apariencias: evidente crítica a la doble moral de ayer, hoy y siempre. Contrariamente a lo que uno podría suponer, el tema de la homosexualidad no es el protagónico en esta pieza. Mamet no ha caído, por suerte, en exhibicionismos estériles; por el contrario, el autor parece dejar sentada una especie de normalidad que aún hoy causa urticaria en la delicada epidermis de muchos sectores del conservadurismo duro. Para ello ha enfocado la tensión dramática en otra dirección, en una verdaderamente relevante y universal: la de aquellos enigmáticos hilos que mueven a diestra y siniestra toda relación sentimental. Los chantajes viles que una persona puede endilgarle al sujeto amado. Los extremos a los que uno se rebaja enfebrecido por aquel sentimiento desquiciante y, al mismo tiempo, de incandescente fulgor.
Los diálogos lucen ese filo deliciosamente iconoclasta y de evidente impronta wildeana (poseen la inteligencia de los parlamentos de La importancia de llamarse Ernesto). Y claro, el efecto de éstos resulta eficaz no sólo por la atenta dirección de Isola (quien ostenta el mérito adicional de haberse encargado de la traducción), sino también por el talento desplegado por las tres actrices. Mención especial para Sofía Rocha, cuya caracterización resulta, a todas luces, soberbia. Mamet nos cautiva con ese humor insuflado de ironía y de esa manera nos introduce en el drama existencial de sus personajes. Una vez adentro no hay marcha atrás. La confrontación con uno mismo es inevitable.
Obra: Un matrimonio de Boston
Autor: David Mamet
Teatro: CCPUCP De jueves a martes (20.00 horas)
* Fotografía de GISELA SAN MIGUEL
Etiquetas:
Alberto Isola,
David Mamet,
Sofía Rocha
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