martes, 6 de octubre de 2009
FONSECA: Diario de un libertino
Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR
Un nuevo libro de Rubem Fonseca aterrizó en mi mesa de noche hace un par de semanas. No se trata de su último trabajo creativo –que es Ella y otras mujeres (Norma, 2008) –, sino de uno anterior: Diario de un libertino (Norma, 2005). Arribé a la literatura de Rubem Fonseca hace varios años (creo haberlo contado antes) por recomendación de Rubén Silva. Era el último día de una Feria Internacional del Libro –que en esa época se realizaba de la Av. La Marina– y yo me encontraba en el stand de la editorial Norma con el firme propósito de comprarme algo nuevo, aprovechando las ofertas de fin de feria. Así adquirí, recuerdo, el conjunto de relatos Historias de amor y la novela Y de este mundo prostituto y vano sólo quise un cigarro entre mi mano.
Ha pasado mucho tiempo desde aquellos días. He leído otros tantos títulos de este gran escritor brasileño –distinguido nada menos que con el Premio Internacional Juan Rulfo– y ahora, me reencuentro con él a través de Diario de un libertino, novela cuya lectura he disfrutado. El protagonista es Rufus, un escritor que tuvo un gran éxito con su primera novela y que, tras la poca resonancia de sus libros posteriores, planea escribir una Bildungsroman. Sin embargo, emprende la escritura de un diario personal. Es así que nos adentramos en su peculiar existencia: su relación pasional y amoral con sus amantes. Y luego el peligroso triángulo sentimental en el que participa con una madre y su hija. Situación que le acarreará, posteriormente, una acusación de violación.
Por otro lado, encontramos en el diario una serie de reflexiones del autor sobre la creación y, sobre todo, sobre lo que él llama el “síndrome de Zuckerman”: que consiste en que los lectores –incluso los críticos literarios– asumen que el protagonista de las novelas es el mismo autor. Diario de un libertino es, sin dudas, un libro que se lee con verdadero deleite.
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1 comentario:
Un nuevo autor para el estandarte.
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