Edwin Chávez
Una grata sopresa resultó, para mí, la lectura de 1922, ópera prima de Edwin Chávez. Si bien los textos que conforman el primer relato se asemejan a ejercicios de estilo, la lectura global del libro me dejó una agradable sensación. Disfruté los ulteriores relatos -o debo decir, pequeñas novelas- de este bisoño autor cuya propuesta literaria me es tan afín.
Oswaldo Reynoso
A pesar de ser una versión mejorada de En busca de Aladino, como me lo hizo notar mi amigo Luís Aguirre, El goce de la piel demuestra, como ya lo he mencionado antes, la destreza narrativa de Reynoso, quien suele delinear tan bien su prosa, logrando por momentos fraseos de evidente tono lírico.
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