sábado, 4 de noviembre de 2006

Entrevista a Camilo Fernández Cozman

Camilo Fernández Cozman acaba de publicar La soledad de la página en blanco (Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM, 2006), libro que reune una serie de ensayos, aparecidos en algunas revistas especializadas, y que busca ofrecer una visión totalizante del proceso poético peruano.

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

¿Cuál es la postura teórica de La soledad de la página en blanco?
Es una postura amplia, se trata de hacer una lectura abierta. No imponer un solo método, sino emplear distintas perspectivas metodológicas tomando en cuenta las características del objeto de estudio. Por eso es que para poner de relieve el análisis retórico figurativo y el análisis ideológico decidí recopilar estos trabajos, evidenciando así que estoy en contra del biografismo, de un formalismo dogmático y de un contenidismo. Busco un equilibrio entre el análisis formal y el ideológico.

Un ejemplo de biografismo se da en el recurrente tratamiento de la poética de César Moro...
Casi todos los trabajos se centran en lo biográfico: en su homosexualismo, en sus experiencias personales, y dejan de lado el componente simbólico y mítico que está presente en su obra. Además, estos críticos muy prejuiciosos olvidan la importancia que tiene para Moro escribir en una segunda lengua. No se ve la riqueza simbólica que hay en esta poesía.

¿Qué opinas de los estudios culturales de influencia norteamericana?
Estoy en contra de este tipo de estudios culturales a la usanza norteamericana, que elimina todas las diferencias entre lo que es un poema y lo que es una escritura en la pared. Creo que hay rasgos diferenciales. Hay una especificidad de la tradición literaria que no podemos negar.

¿Se aprecia esta influencia en nuestro país?
Sí, yo creo que sí aparece esta influencia. Veo esto en algunos trabajos que más bien valoran el aspecto del contenido y dicen “la forma no interesa”. Eso me parece discutible. Los trabajos de Marcel Velázquez, por ejemplo, son muy interesantes, sin embargo, creo que a veces hacer una lectura para indagar sobre los componentes racistas en un texto literario, por ejemplo, de Manuel Gonzalez Prada, no me parece una tarea relevante. Hay rasgos racistas, evidentemente, pero la obra de Gonzalez Prada ha trascendido, y esos son casi detalles anecdóticos. Yo no puedo reducir un texto literario al abordaje de un elemento racista; me parece contenidista. Busco un enfoque más totalizante.

¿Cómo ves la crítica a futuro?
Yo sostengo que la crítica es una forma de creación también, no creo en la imposición de un método. Me interesan no sólo los ensayos académicos, sino también voy a incursionar en ensayos más literarios, un poco más libres. Ensayos en donde la escritura del crítico sea una forma de creación. Ya sea en el caso de la crítica más académica como en la de divulgación. Estoy en contra del mero lucimiento terminológico. Hay que buscar una comunicación con el lector, no encerrarse en una jerga que revele una hiperespecialización, un autismo interpretativo.

MAS DATOS
Camilo Fernández (Lima, 1965) es catedrático en la Universidad San Ignacio de Loyola y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Además del poemario Ritual del silencio ha publicado los ensayos Las ínsulas extrañas de EA Westphalen y Las huellas del aura. La poética de J.E. Eielson. Tiene en prensa un libro sobre la poética de José Watanabe.

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