domingo, 2 de setiembre de 2007
Entrevista a JEREMÍAS GAMBOA
Soledad, desgarro y una constante búsqueda de identidad son las condiciones desde las cuales los personajes de Punto de fuga (Alfaguara, 2007), conjunto de relatos de Jeremías Gamboa, libran sus batallas personales, muchas veces perdiendo conmovedoramente, pero sin ser despojados de sus mejores armas: honestidad y dignidad.
Entrevistan MANUEL ERÁUSQUIN y CARLOS M. SOTOMAYOR
Se nota que en la concepción de tu libro has mantenido una unidad entre todos los cuentos. ¿Cómo te planteaste esta propuesta creativa?
Antes de este libro me planteé dos libros con una visión unificadora, pero predeterminada, y los dos se desbarrancaron, no funcionaron. Lo único que tenía claro cuando escribí el primer libro, era que el cuento, “La visita”, iba a ser el cierre de un conjunto de relatos, algo que se ha realizado con la publicación de Punto de fuga. Luego escribí durante algunos años varios cuentos. En principio, los hice uno por uno, que para mí fue una mala decisión. Después todos juntos. Cuando los terminaba empecé a reconocer puntos de contacto, coherencias, ciertos elementos que los entrelazaban a nivel de preocupaciones, de percepción de ciertos objetos o motivos, y también a nivel de sensaciones, de aspectos emotivos, estímulos que los relatos activaban en mí primero y seguro ahora en el lector.
Todo un proceso de exploración en el devenir literario.
Claro, porque una vez que empecé a descubrir eso pude distinguir los cuentos que no formaban parte de esa sensibilidad específica y me fui quedando con estos ocho relatos que conforman Punto de fuga, historias que poseen una interpenetración y que me parece indicaron su orden, su propio lugar en el libro.
Además, los ocho relatos tienen la presencia directa e indirecta de un personaje reconocible.
Hay como cuatro relatos que pueden ser leídos como que aparece el mismo personaje, pero también como personajes abiertos, y yo los nombro de manera que permitan establecer ambas interpretaciones, porque me parece que eso le provee de un campo de lectura más amplio a quien se acerque a los cuentos.
Una de las características de Punto de fuga es la gran carga emotiva de los personajes, todos ellos seres desgarrados y solitarios.
Yo creo que eso podría ser una de las líneas que unifican los cuentos, elementos que descubrí para darle una unidad al libro. Ahora, esos procesos son inconscientes. Pero de lo que sí tenía conciencia es de que todos los personajes enfrentaban destinos inevitables, que todos se encontraban en un carril del cual no podían huir, aunque con deseos de hacerlo.
Tus personajes se caracterizan por ser bastante intensos, pero también parecen mutilados.
Quizás este sea un libro de personajes humildes, desmoronados o mutilados por la sociedad, seres anónimos con procesos complicados. Pero en todos ellos hay algo que los emancipa y los hace entrañables y es que todos tienen una suerte de mutilación, pero esta no es moral ni afectiva: todos mis personajes quieren, aman, sienten con honestidad y dignidad.
Son personajes que se sienten outsiders, además.
Sí, se sienten outsiders. Pero también se preguntan si lo son, y se están indagando si acaso son una cosa o si son la otra. Y definitivamente las respuestas no necesariamente se les dan. En ese sentido, preguntarse qué es uno, es una constante en la literatura. Por ejemplo, en el caso de Edgardo Rivera Martínez, que con otra tesitura, con otra sensibilidad, quizás más reposada, más de una madurez suya, se preguntan sus personajes constantemente qué son, quiénes son, y qué hacen. Yo creo que al final es la misma pregunta articulada desde diferentes sensibilidades.
La ciudad se presenta como un espacio de constantes aceleraciones, donde se manifiesta la crisis de identidad.
Yo creo que esta es una preocupación de vivir en la ciudad, pues al formar parte de tantos espacios a la vez, muchas veces indistintos entre ellos, siempre nos estamos preguntando e indagando de qué estamos hechos y en dónde nos ubicamos. El libro ocurre todo en Lima, una ciudad que experimenta procesos acelerados de desplazamientos de toda índole: hay un mestizaje mucho más profundo que antes, hay una movilización social-cultural muy fuerte. Tenemos la sensación de que no abordamos o desconocemos toda la cuidad.
Y en el libro, además, se maneja otra representación de la urbe.
Acaso este libro intenta dar otra imagen, que de pronto es la del tipo que está haciendo cambiar lugares como Miraflores. Como el protagonista del cuento “El edificio de la calle Los Pinos”, que es un nuevo actor en ese espacio, puesto que él llega del Rímac, digamos un nuevo miraflorino. Pero un miraflorino que está en la aspereza de habitar un lugar que antes era de otro tipo de personajes. Quizás este sea uno de los valores del libro: representar esta urgencia por habitar nuevos espacios y hacerse de ellos.
Otro elemento importante es la presencia del periodismo en varios relatos. Una presencia incluso conflictuada.
Es interesante esto, porque los periodistas que se presentan en el libro quieren huir del periodismo, pero lo que encontré al culminar los cuentos es que el libro está hecho de periodismo. Eso me encanta y yo soy periodista y en un momento no me sentí tal y renuncié al periodismo para ser escritor, igual que el personaje de uno de los cuentos. Lo que me pasa ahora es que soy periodista y soy escritor. O mejor, soy escritor y también soy periodista. Y yo he erigido un poco mi estilo sobre la base de lo que había conquistado como periodista, porque no he dejado de serlo. Así, soy un periodista que ha usado su oficio para hacer literatura.
MAS DATOS
La presentación de Punto de fuga de Jeremías Gamboa se realizará el martes 4 de setiembre en el restaurant Patagonia (Bolívar 164, Miraflores), a las 19.00 horas. Los comentarios estarán a cargo de Jorge Eslava y Diego Otero.
*Fotografía de PÁVEL UGAZ.
*Versión ampliada; la editada apareció en Correo el 2/09/07.
Etiquetas:
alfaguara,
edgardo rivera martinez,
jeremias gamboa,
punto de fuga
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Carlos
Mil disculpas por la intromision. Soy una profesora jubilada, mi nombre es Dora Bravo. Una colega, Graciela Monteagudo de Gallegos, ha sido profestora de colegio de Jeremias Gamboa. Ella, desea comunicarse con el, por eso te ruego, si es factible, me remitas el telefono o el correo de Jeremias. No creo que el, tenga inconveniente. Agradezco desde ya tu gentil respuesta a mi correo: dora.bravo@gmail.com o agradecería tengas la gentileza de darle el numero de telefono de mi colega: 221-2708 (Graciela). Exitos
Dora, no solo me acuerdo de Graciela sino de ti. La reemplazaste una vez, cuando yo tenía siete años. Ya me comuniqué con ella; te escribo y a ver si nos vemos los tres. Gracias. Y a Carlos por permitir esta conexión
saludos,
Jeremías
Hola Carlos, no es una ventana muy particular, pero viendo que es mi único nexo de conexión con Jeremías Gamboa, pues qué se le hace y ahí vamos. Luego de leer Punto de fuga quedé sorprendido gratamente por la factura de los relatos y por la capacidad de mantenerme enganchado a la lectura sin una pizca de bostezo (años que no me sucede eso). Desde aquí mis elogios. Sin embargo, desearía que le hagas de conocimiento a Jeremías Gamboa que acabo de publicar un libro "Paul Newman y otros relatos", y no tengo el menor escrúpulo en afirmar que me gustaría que el escritor de Punto de fuga sea el presentador de mi libro este 25 de agosto 2008 en la Villarreal. Hazle partícipe de mi interés, o que se comunique conmigo a millondecabezas@hotmail.com
Gracias de antemano.
Un abrazo.
Publicar un comentario