Cobijado de nostalgias, rememoro una época en la que podía repetir de memoria poemas como “Corazón coraza”, “Viceversa” o Táctica y estrategia” –recuerdo, incluso, haberle susurrado este último a los sorprendidos oídos de una muchacha–. Tiempo después vino la lectura de La tregua, aquella inolvidable novela protagonizada por Martín Santomé, y la simpatía por este escritor uruguayo se transformó en un afecto incondicional. Y aunque confieso no haber seguido leyéndolo con aquel entusiasmo primigenio –los años trajeron consigo otras lecturas y otros autores–, el aprecio ha seguido allí, indemne al paso del tiempo, revitalizada con repentinas relecturas. No hace más de una semana que, incluso, le recomendé a un alumno leer La tregua, y hace unos días me lo agradeció, complacido por haber conocido aquella triste historia de amor.
Mario Benedetti ha muerto. La noticia me la dieron por teléfono. Mi gran amigo Manuel fue el que, al otro lado de la línea, me informó de la noticia. Verdaderamente una mala noticia.
1 comentario:
Yo lo leí en los viajes del cole, en tertulias improvisadas en cuartos vigilados por profesores. Lo leímos y amamos su libertad, su falta de caretas, su sencillez, su limpieza de alma. Uno más que hubiera querido entrevistar y con el que solamente me queda seguir conversando en sus páginas.
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