Tres estupendas actuaciones: Martínez, Dammert y Valdez. (Foto: La Plaza ISIL)
Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR
La extraña y misteriosa desaparición de un hombre desencadena una incontenible crisis en el seno de una familia que bien podría ser cualquier familia. La suya, la mía, la de cualquiera.
Destreza singular la de un mordaz y estupendo Tracy Letts, dramaturgo norteamericano que nos ofrece una desenfadada radiografía del universo filial en Agosto: condado Osage. Una obra que, a pesar de su extensión, logra secuestrar la total atención del público.
El director Juan Carlos Fisher –quien ya ha montado anteriormente una obra de Letts: Bicho– es el encargado de poner en escena, sobre las tablas del Teatro La Plaza ISIL, esta compleja obra en la que cada personaje (de los trece que aparecen) ostenta su propio drama individual. Fisher ha calibrado espléndidamente cada uno de los momentos de tensión en una pieza en la que abundan. Y para ello, entre otros aspectos, ha recurrido a un bien afiatado elenco en el que destaca, sin dudarlo, Claudia Dammert, en el papel de Violeta, la esposa del hombre que desaparece.
La trama indica que este hombre, un poeta otoñal que en su momento sorprendió con su único y celebrado poemario, ha desaparecido. Presumimos que ha huido, hastiado de su esposa, una mujer adicta a los fármacos. Y son precisamente las hijas de este matrimonio las que tendrán que enfrentar este momento difícil y traumático. El mismo que desencadena una serie de reproches y enconos guardados, situaciones grotescas e impensados secretos que salen a flote.
Dammert se muestra notable interpretando a Violeta, una mujer que practica el destructivo arte de la honestidad brutal, de la verdad sin anestesia, de la frase venenosa y mortal. Las hijas tendrán que lidiar con ella. Las hijas que tienen cada una su propio rollo irresuelto. Bárbara (Norma Martínez) y su matrimonio en crisis (su esposo se acuesta con una alumna); Eli (Monserrat Brugué), una solterona que oculta un affaire con un primo mucho menor; y Karen (Sandra Bernasconi), una mujer que requiere aferrarse a cualquier hombre para eludir su soledad.
“Agosto: condado Osage” es una obra distinta a las anteriores de Letts. Si en Bicho, por ejemplo, nos encontrábamos con poquísimos personajes. En esta obra, el autor se ha mostrado más ambicioso en el entretejido argumental, colmándola de personajes, sin que ninguno pierda intensidad dramática. Y, sobre todo, ha logrado construir una suerte de espejo en el cual no podemos evitar sentirnos reflejados, en diversos aspectos. Si bien la trama se desarrolla en la calurosa Oklahoma, uno termina sumido en la angustiante y sofocante tensión, a pesar de nuestro frío invierno limeño.
*Se presenta en el Teatro La Plaza ISIL (LarcoMar, Miraflores)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario