Acaba de aparecer Obra poética en prosa y verso de Martín Adán. La edición ha estado a cargo del poeta y académico Ricardo Silva-Santisteban, quien además escribe un interesante prólogo.
Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR
¿Qué puede decirse de la vida del poeta Martín Adán que no se haya dicho antes? Su azarosa existencia, a salto de mata entre la bohemia y la celebridad, ha sido siempre comidilla periodística, material predilecto para la construcción de mitos. Desde una infancia particular, regida por una enérgica y dominante tía Tarcila, hasta su internamiento en el hospital Larco Herrera debido a serios problemas de alcoholismo, Martín Adán, cuyo verdadero hombre era Rafael de la Fuente Benavides, consolidó, sin proponérselo, una imagen de poeta maldito que atrajo la atención de muchos. Uno de ellos, cuenta la leyenda, fue el beatnik Allen Ginsberg.
“¿Quieres tú saber de mi vida?/ Yo sólo sé de mi paso,/ De mi peso/ De mi tristeza y de mi zapato”, precisó Adán en Escrito a ciegas, una especie de autobiografía poética escrita, como lo cuenta Juan Mejía Baca, ante el pedido de una estudiosa argentina (Celia Paschero, colaboradora de Borges) que requería del poeta una breve reseña biográfica. Sin embargo, lejos del biografismo, Adán perdura gracias a la solidez y particularidad de su obra poética, aquella que lo sitúa, según algunos, en una posición de privilegio, superado apenas por Vallejo.
Salvo por La casa de cartón, aquella inclasificable obra literaria que no ha dejado de reeditarse, sus libros posteriores se han vuelto inubicables, codiciados objetos para coleccionistas. Por suerte, acaba de aparecer su Obra poética en prosa y verso –edición, prólogo y notas de Ricardo Silva-Santisteban– en la serie Obras esenciales que publica el rectorado de la PUCP. Una feliz iniciativa, pues, como apunta Silva-Santisteban, se trata de una obra que es necesario “conocer en conjunto para poder apreciarla con justeza en todo su valor”.
Así, el libro presenta la obra de Adán teniendo como base las primeras ediciones, publicaciones periódicas y diversos manuscritos proporcionados por Juan Mejía Baca, que actualmente se encuentran en la colección Martín Adán de la PUCP. En el caso de La casa de cartón, se han compulsado las ediciones de 1927 y la de 1958, corrigiéndose todos los errores evidentes. La discusión sobre el género al que tendría que adscribirse esta obra parece inacabable. Aunque, claro, parece haber consenso en cuanto a que de ninguna manera se trata de una novela. Luis Loayza prefiere llamarla “un largo poema en prosa que vuelve siempre a un lugar, a un recuerdo determinado”. Para Ricardo Silva-Santisteban se trata de una “especie de semblanza irónica, sentimental y vanguardista de Barranco en que el autor vierte sus impresiones en fragmentos donde su visión de poeta condensa los elementos de la realidad sensorial en cuadros de un estilo, a la vez que preciso, deformante con los elementos técnicos que le brinda su inimitable dominio del lenguaje”.
El libro contiene además dos fragmentos de Dan y los animales dibujados, Itinerario de primavera, Aloysius Acker (con un largo fragmento inédito), La campana Catalina, La rosa de la espinela, Sonetos a la Rosa, Poemas varios, Travesía de extramares, Escrito a ciegas, La mano desasida, La piedra absoluta, Mi Darío, Diario de poeta. Irrefutable muestrario de un poeta que ha delineado una obra de trascendental valía en nuestras letras.
MAS DATOS
El libro contiene, además, un CD con la voz del propio Martín Adán recitando algunos de sus poemas.
1 comentario:
En primer término, saludo su referencia al compendio de la poética de Rafael de la Fuente. Me llamo Ghiovani Hinojosa y estudio Ciencias de la Comunicación en la USMP. Leo gustoso el renegar existencialista de 'Escrito a ciegas' y el llanto infantil de 'Aloysius Acker', que destruyó el vate. Sé poco de su vida y me gustaría conocer más.
No sé si Ud. lea este post, pero yo le escribo contento, cuidadoso y bajo el efecto estético de la poesía de Martín Adán.
Saludos,
Ghiovani Hinojosa
ghinojosa19@gmail.com
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