martes, 21 de agosto de 2007

Entrevista a CARLOS CALDERÓN FAJARDO


En 1982, Carlos Calderón Fajardo obtuvo el Premio de Novela “Gaviota roja” con La conquista de la maravilla. De la monumental novela, de más de 600 páginas, apenas vio publicada su primera parte. Ahora, bajo el título de El huevo de la iguana (San Marcos, 2007), su autor nos entrega una versión completa y definitiva.

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

El Huevo de la iguana es la versión definitiva de La Conquista de la Maravilla, novela con la que ganaste el premio Gaviota Roja en 1982 y que tengo entendido empezaste a escribir en Paris en la década del 70. ¿Cómo surge la idea de tu novela?
A diferencia de un cuento, que puede surgir en mí de muchas circunstancias o motivaciones, vivencias, una frase, un incidente, un sueño, etc, la novela es un mundo que me habita. Una gran totalidad vital, relacionada por lo general con una vivencia muy fuerte, que luego vive y madura dentro de mi durante años. Y cuando emerge en la forma de escritura lo hace expresada en un mundo complejo, con muchos personajes, situaciones, historias, paisajes, leyendas urbanas, vida cotidiana, hechos históricos, etc. Es todo un mundo que sale de mí, que entró en mí alguna vez y que se echa a andar. Esta novela es producto de mi vida en Talara en la década del 50, cuando yo tenía los esplendorosos 12 y 13 años. Se formó alli y fue madurando y eclosionó en Paris en 1976, novela que escribi durante 5 años, y cuando puse el punto final era un manuscrito de 600 páginas.

¿Qué te llevó a escribir esta versión definitiva?
Se publica en 1983 un primer tercio de la novela con el título Así es la pena en el Paraiso. Pero el libro fue un fracaso de crítica y de venta, y luego la novela quedó ahí, en mis cajones. Hasta que en el 2006 Oscar y su hija Patricia Colchado, quien dirige la colección "Diamantes y Pedernales" de la Editorial San Marcos me proponen publicar la novela en su versión intengral. Pero había una limitante, la Editorial San Marcos no quería publicar una novela que rebasase las 400 páginas. Pero yo también me di cuenta, con la distancia de más de 30 años, que el fracaso de la versión original fue porque que existían demasiadas páginas que en lugar de enriquecer la novela, la oscurecían. Fue entonces que decidí eliminar todo aquello que no fuese trascente para la historia, o historias que estaba contando. Al hacerlo entré en un proceso importante en la escritura de una novela, que consiste en decidir qué queda y qué no. Es un proceso de condesación. Pero me percaté que al hacer cortes tan drásticos, 200 páginas, estaba reescribiendo la novela y por lo tanto requería de un nuevo título.

La novela en si misma es ambiciosa, no sólo ostenta varios estilos sino que va contando la historia de una ciudad, de Talara ¿Te planteaste la idea de novela total?
Era una gran totalidad la que me habitaba. Una ciudad es una gran totalidad. La idea de la novela total, es decir aquella que ptretende meter en la novela "toda la realidad" es químerico, imposible de lograr. Las novelas salen con ciertas caracteristicas y con una determinada extensión porque es esa la extensión que le conviene. El narrador sabe, o busca determinar, si lo que tiene a contar da para una novela larga o para una corta. Cuando son muy largas, la crítica las califica como novelas "de aliento épico". Novelas de este tipo hay paradigmáticas en la historia universal: La Guerra y la Paz de Tolstoi, Los Boodenbrooks de Thomas Mann, Ulises de Joyce. Qué narrador no desea escribir una novela así. A mi por lo general me gusta escribir novelas que reunen varias historias, o varias novelas dentro de si, que incluso podrían ser individualizadas. Y también tengo inclinación a escribir novelas donde coexisten diversos estilos, son más novelas polifónicas, que totales, de varias voces y tonos. El Ulises de Joyce es el más claro ejemplo en la literatura universal. En la narrativa peruana tenemos la extraordinaria novela de Arguedas El Zorro de ariba y abajo son novelas de pluralidad de estilos.

Además de la historia de Talara, presenta otro hilo conductor que es el romance de Toño Farias y Encarnación Zapata.
Sí, son los dos grandes ejes organizadores de la novela. Pero mi novela no es la historia de Talara. Es una novela con mucho de ficción, que no creo que sirva como documento histórico. Para eso recomiendo el lbro de la socióloga talareña Edit Aranda Dioses: "De campamento a ciudad abierta: la imagen trizada". Ella hace sociología sobre la ciudad de Talara con datos muy fieles a la realidad. Yo escribo algo que es ficción. El lugar se llama Talara, pero es "mi Talara", y es en última instancia cualquier lugar del mundo. Se llama Talara pero podría tener otro nombre.

Otro elemento presente es el chamanismo, personalizado de alguna manera por Anacleto.
Es una de las líneas-fuerza de la novela. La novela cuenta la lucha épica entre la modernidad y la tradición, entre el mito y la historia, entre la razón y lo sobrenatural. Entre lo material depredador y el espiritu vital de un pueblo.

La novela rememora visitas ilustres: el escritor Hemingway y el actor Van Hefflin.
La novela tiene en su estructura mucho de los eventos que permanecen en la memoria colectiva de Talara. También está la visita de las Bim Bam Bum, con Mara y Aanakaona; el dia de la nacionalización del petróleo; la procesión: el culto al Señor Cautivo de Ayabaca, etc. -Una de tus características es el gran manejo de la prosa. En esta novela se percibe un lenguaje de reminiscencias oniricas que le dan un cierto tono mítico a la novela a pesar de ser evidentemente realista. Si, mis libros combina, casi siempre, lo fantastico con lo real, por eso yo los he denominado realistas-fantasticos, que es un oximoron. Hay alguien que me ha dicho que sin bien la novela es narrada por Edmundo Maldonado, la voz que realmente narra la historia es la del chamán. Quizás, mucho de una novela escapa al control del que la escribe. Las novelas se escriben a si mismas. El narrador es un sirviente de ellas.

¿Cómo defines ésta novela en relación a tus recientes libros?
Yo apelo a todos los géneros. Son los libros los que se escriben a si mismos. Unos desean ser fantásticos, novelas policiales, novelas góticas, novelas de aventuras en el mar. Esta es realista, pero un realista a mi manera. Nunca he dejado de ser un escritor realista ¿Hay alguien que no lo sea? Creo que está novela se asimila a un proyecto amplio que engloba a La Segunda Visita de William Burroughs y al El Fantasma nostálgico novela finalista del Premio español Tusquets y aún inédita.

*Fotografía de ADRIAN PORTUGAL.
**Versión completa de la entrevista que por espacio apareció editada en el diario Correo el martes 21/08/07.

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